El primer entrenador que visitará El Arcángel esta temporada será Aritz López Garai. Hace dos temporadas decidió colgar las botas y dio un salto inmediato a los banquillos. Su primera experiencia, en el Reus, fue gratificante dado que consiguió la permanencia de manera holgada. Ahora, el exfutbolista blanquiverde recala en un club que fue eliminado en la última ronda del play-off de ascenso a Primera.

--¿Con ganas de empezar la temporada?

--La verdad que con muchas ganas. Las pretemporadas gustan para trabajar y coger idea del juego y el volumen de trabajo, pero lo que todos esperamos es que la competición empiece y tanto para nosotros como para el Córdoba empieza el sábado y deseamos competir y estar a la altura de las circunstancias.

--¿Cómo ha vivido esta pretemporada con el Numancia?

--Bien. La adaptación ha sido rápida. Esta temporada estoy en un club que tiene sus cosas buenas, como es conocer un nuevo entorno, nueva plantilla, nuevos futbolistas, y me he adaptado rápido, me lo han puesto fácil desde que he llegado por parte del club y la plantilla y por ello, ha sido una pretemporada, en cuanto a sensaciones, excelente.

--Hace dos años estaba jugando y ahora está en el banquillo de un club que casi sube a Primera.

--Es una realidad. El año pasado el Numancia jugó el play-off de ascenso hasta la última eliminatoria y casi lo consigue. Y que este año hayan puesto el proyecto en mis manos, pues es al mismo tiempo una gran responsabilidad pero también estoy muy agradecido. Es un histórico de Segunda con un paso por Primera reciente y por ello, es un reto importante con una gran masa social detrás.

--¿Cómo afronta este primer compromiso en Córdoba?

--Volver a Córdoba siempre es una ilusión, lo he dicho siempre. Es el club que más me ha marcado en mi carrera y es como si volviera a casa. He pasado temporadas sensacionales, el nacimiento de un hijo y cuando sale el calendario, lo primero que miras es cuándo te enfrentas al Córdoba y en esta ocasión ha tocado muy pronto y por ello me hace especial ilusión. Pese a que el año pasado fui con el Reus como entrenador y no tuve una experiencia agradable pues salimos goleados. Pero más allá de eso, volver a Córdoba siempre es bonito para mí.

--¿Cómo ha visto al Córdoba en esta pretemporada?

--Ha vivido un verano especial y complicado. Empezar con un entrenador como Francisco y ahora volver con Sandoval que ya estuvo allí, pues imagino que ha sido estresante y especial para los jugadores, pues estarían trabajando con una idea y ahora con Sandoval volverán a los patrones del año pasado. Todo eso no ayuda a tener una buena preparación. Pero este sábado, cuando ambos equipos compitamos, la pretemporada deja de tener valor y nos los jugamos todo, entre comillas, a un partido, en el sentido de que los futbolistas van a llegar en plenas condiciones y será un duelo complicado puesto que el Córdoba acabó el año pasado con una dinámica muy buena.

--El Córdoba también ha vivido también un verano atípico en lo institucional. ¿Cómo lo ha visto desde la distancia?

--No he tenido la suerte de trabajar con la actual propiedad, pero sí estuve con la anterior y sé cómo acabó todo y las circustancias en que se produjo. Al final te da pena pues parece que nunca se acaban los problemas cuando realmente lo que importa es lo deportivo. El Córdoba demostró que quería quedarse en la categoría y la gente dio una lección a todo el mundo sobre lo que es llenar El Arcángel cada fin de semana. Y pese a ello, es triste que se siga hablando de esos problemas. El equipo ni la afición se lo merecen. Lo he estado siguiendo pero como estás allí, no sabes hasta qué punto puede afectar eso. Sí que es triste después de lo conseguido hablar de estas cosas.