El Córdoba llegó ayer a mediodía en el autobús oficial tras bajarse del avión que le trasladó a la península desde Palma. Tras una Feria sobresaliente lo que toca como remate son unos churros en condiciones, pero los blanquiverdes llegaron pertrechados de multitud de ensaimadas, que deberán estar adornadas, a lo largo de la semana, de multitud de cábalas. Las más fáciles de solucionar y las que mantendrían el corazón cordobesista sin un sobresalto --difícil objetivo-- sería lograr un empate o un triunfo ante el Almería, el próximo sábado (20.30 horas). Resultados que podrían llevarles --sobre todo el triunfo-- al cuarto puesto, aunque para ello el Zaragoza no podría pasar del empate en el Municipal de Palamós, ante una Llagostera ya descendida, aunque especialmente fuerte en su campo, algo que sufrió precisamente el conjunto de Oltra.

Con un empate podría ser, por tanto, cuarto clasificado en caso de derrota mañana o sexto, en caso de que el Girona ganase en El Toralín a la Ponferradina. En cualquier caso, siempre el empate o el triunfo le garantizaría un puesto, aunque en caso de ser cuarto clasificado jugaría el jueves en casa del quinto clasificado y la vuelta sería el domingo, en El Arcángel. Si es quinto sólo cambiaría el orden de los partidos, es decir, jugaría el jueves en casa y el domingo en casa del cuarto clasificado. Igual ocurre en caso de ser sexto clasificado: jugaría el miércoles en El Arcángel y la vuelta en casa del tercero (Nástic o Leganés) el sábado.

Pero incluso con una derrota podría seguir jugando las eliminatorias de ascenso el Córdoba CF. Lógicamente, tendrían que darse ciertos resultados. Que el Girona no ganara en Ponferrada y, además, que el Osasuna no ganara en Oviedo o que el Alcorcón no se impusiera en Santo Domingo al Elche.

En un triple empate con Girona (que empataría) y Osasuna (que ganaría) los blanquiverdes mantendrían la quinta plaza. Si el Osasuna pierde en Oviedo pero gana el Alcorcón al Elche los de Oltra también entrarían en play-off, aunque como sextos clasificados. Si se elimina al Girona de la «ecuación» porque pierde en Ponferrada y ganan los dos perseguidores, el Córdoba sería el gran damnificado, ya que quedaría fuera de los puestos de honor en un triple empate con Alcorcón y Osasuna, al igual que si ese triple empate se transforma en cuádruple por una derrota del Zaragoza en Palamós. En ese caso, con cuatro equipos empatados a 64 puntos, el damnificado volvería a ser el conjunto blanquiverde, que sólo ha sumado cinco puntos con esos tres rivales, mientras que el Osasuna hizo 11, el Alcorcón 10 y el Zaragoza siete.

Por lo tanto, en caso de derrota en casa ante el Almería y triunfo de los dos perseguidores fuera de play-off, al Córdoba le interesaría especialmente que el Girona se quedara tan sólo en un empate en Ponferrada, ya que en todos los golaverages en los que los catalanes se incluyen con los cordobesistas, éstos salen beneficiados. En cualquier caso, el porcentaje de probabilidades de que el Córdoba juegue los play-off está en torno al 90%, ya que dos de los posibles resultados se lo garantizan, mientras que en el tercero, la derrota también tendría --mínimas-- posibilidades. Una ensaimada de probabilidades que obligan a mirar al rival: un Almería que podría jugarse la vida.