Otra vez, Emilio Vega despidiéndose de El Arcángel. Ya es la tercera. El hasta esta semana director deportivo del Córdoba CF no quiso o no pudo hablar claro en su despedida de ayer en la sala de prensa del estadio. Porque cuando al responsable de confeccionar el plantel blanquiverde en las dos últimas temporadas se le preguntó claramente si había podido ejercer su labor libremente, el de Bembibre apeló al buen entender de cada cual con frases como «tenéis información de todo» o dejando en el aire un «hay preguntas que, evidentemente…». Así que, en esa respuesta más o menos velada, Emilio sí afirmó que «si he estado al frente de la dirección deportiva es porque asumía cómo estaba trabajando». El exfutbolista reflexionó «si es cierto que las sociedades anónimas son como son». Por ello, «el fútbol ha pasado de estar en manos de los aficionados que ponían a un presidente, a que ahora, evidentemente, hay propietarios que tienen la potestad como para en momentos puntuales ser diferentes a la otra figura».

«No busco ninguna excusa. Hay alguna equivocación en la planificación de la plantilla»

Ahora bien, sin crítica abierta a la metodología de trabajo en el club, porque «no va a salir de mí ninguna palabra rara ni en contra de nada porque asumo que si he estado aquí, yo consideraba que con la forma de trabajar que había se podían conseguir los objetivos». Así pues, nada del papel protagonista de algunos agentes en la confección de la plantilla del Córdoba en las últimas temporadas o, directamente, del reconocimiento expreso de Carlos González, el propietario, asumiendo la autoría de la contratación de un jugador, como hizo esta temporada con el caso de Guille Donoso.

«A los cordobesistas, es un momento de unidad, para apoyar a los jugadores. Pido el apoyo en el campo»

¿SEÑALADO COMO CULPABLE?

Emilio -que desveló que su despido se lo comunicó el presidente de la SAD, Alejandro González, y que el propietario, Carlos, no le había ni llamado-, asumió que se habían cometido errores, aunque no quiso precisar cuáles, refiriéndose a los aciertos o fracasos a la hora de traer jugadores.

En cualquier caso, «no me he parado a pensar si me señala como culpable», después de ser despedido con el equipo en puestos de descenso y con el entrenador salvando el puesto pese a que en dinámicas no tan desfavorables la propiedad ha optado por cesar al técnico. «Cuando se hace una temporada brillante como el año pasado, con una primera vuelta espectacular, después un poquito peor, pero una temporada bastante buena, no vi en ningún sitio alabanzas al director deportivo», recordó el leonés. «Entonces, en aquel momento, todos éramos responsables de lo bueno como ahora todos somos responsables de que no vayan las cosas bien». Por ello, Emilio Vega, ahí sí, dijo adiós con un contundente «no me siento culpable al 100% de nada».

«Estoy convencidísimo de que se va a conseguir salvar la categoría, no me cabe duda»

Ahora bien, «no soy quien para valorar si es acertada» la decisión de echarlo. «Humildemente, pienso que me quedaban cosas por aportar. Me hubiera gustado estar hasta última hora porque el director deportivo hace más que fichar». Sea como fuere, «pase lo que pase al final no creo que sea determinante» su despido.

MIRANDO A PRIMERA

A Emilio también se le interrogó por los resultados cosechados por el club con su metodología propia, una metodología que consiste en ahorrar lo máximo en plantilla. «Esto no deja de ser un juego», argumentó el ya exdirector deportivo, quien recordó que «el porcentaje de suerte influye». Claro que «la suerte es mejor que te pille trabajando». Una suerte que esta temporada no está teniendo el club. Pero, más allá de esa flor que ha acompañado a González, hasta ahora, «mi forma de trabajar estaba clara: información» para poder tener una cartera más amplia de jugadores.

«Mi sueño era aportar mi granito para ascender a Segunda A y mi granito para ascender a Primera. Estuvimos cerquita»

Así, el leonés reconoció que «si hubiéramos ascendido, hubiese sido más fácil confeccionar la plantilla» para ejemplizar con el caso del Alavés. Y es que «en Segunda eras un presupuesto medio con una exigencia máxima».

En este punto, Emilio quiso subrayar que no buscaba «ninguna excusa» de cómo iba la temporada, con el equipo en puestos de descenso pese a que se había vendido otra campaña peleando por el ascenso. Ahora bien, recordó los datos de LaLiga que ya han sido publicados, con el 12º límite salarial. Por ello, el exfutbolista blanquiverde recordó la igualdad que caracteriza la Segunda División y destacó que, como el Córdoba, había otros tantos equipos peleando por el mismo objetivo: antes el ascenso y ahora la salvación. Una salvación de la que no tiene dudas. «Estoy convencidísimo de que se va a conseguir salvar la categoría». Y habló de «otros equipos», sin querer hablar de ningún club en concreto, «con militancia en Primera» a los que, igualmente, les está costando salir de los puestos de peligro de la clasificación.

ADIÓS DE LA PLANTILLA

Emilio quiso agradecer a todos sus colaboradores su esfuerzo y también habló de su despedida con la plantilla. «Alguno decía que sentía la situación. Decía que si humildemente hubiera dado más (que si el propio jugador hubiese dado más), mi situación hubiera cambiado, pero agradezco su profesionalidad y entrega».

«Alguno (de la plantilla) me decía que si, humildemente, hubiera dado más, mi situación hubiera cambiado»

Y es que, pese a todos los condicionantes que Emilio Vega («he hecho todo lo que ha estado en mis manos») hubiese podido tener, que no se sabrá porque en su despedida no los quiso nombrar, lo cierto es que deja al equipo en un puesto alarmante en la clasificación, muy por debajo de ese 12º puesto que le correspondería por presupuesto.