La presencia de Erazem Lorbek será una de las incógnitas que se mantendrán hasta última hora para el tercer partido de la final de la Liga de baloncesto que enfrenta al Barça Regal y al Real Madrid y que esta noche se traslada al Palau Blaugrana (22.00 horas, TVE) con empate a uno y la sensación de que será difícil que el guion se aparte de la línea de equilibrio de los dos primeros encuentros en la capital. Pendiente del estado de Lorbek (sufrió una conmoción cerebral en el segundo partido que le obligó a pasar la noche del martes en un hospital de Madrid, en observación) , del cansancio acumulado del equipo.

DETALLES DECISIVOS La final sigue un esquema muy similar al de la pasada temporada. El Madrid remontó 12 puntos para llevarse el primer partido. El Barça superó 14 puntos en contra en el segundo. Y las dos citas se decidieron en los pequeños detalles de los últimos segundos. "Creo que estamos en eso, en mejorar los detalles que nos hagan, como en el caso del otro día, poder cerrar el partido cuando lo tienes en ventaja", admitió el técnico madridista Pablo Laso. "Pero está claro que vamos a tener que hacer un gran partido para ganar en Barcelona".

En el gobal, el Barça ha dado muestras de su enorme competitividad complicándole la vida a un Madrid más irregular, bien con la defensa en zona (bloqueó a los blancos en el segundo partido), bien con los cambios automáticos de jugador en los bloqueos. En la solvencia de Oleson y en la aportación inesperada de Mavrokefalidis, el Barça ha encontrado además argumentos para reforzar el liderazgo de Navarro. Sin embargo, ha sufrido con el rebote defensivo y con las pérdidas de balón. En el primer partido, el Madrid tuvo 7 tiros más por uno y otro motivo. Y dispuso de 12 más en el segundo. "Tenemos que intentar igualarnos en este aspecto. Con Jawai y Mickeal fuimos el mejor reboteador de la Liga. Ahora no está costando más frente al Madrid, que es el mejor reboteador defensivo de la Liga", explica Pascual.

Ese es también el argumento del base Sarunas Jasikevicius, que cree que el Barça debe dar un paso más. "Tenemos que ser un poco más duros si queremos ganar", cuenta el lituano. "Tenemos que pelear por cada centímetro en la cancha, porque nos sacaban ventaja cerca de canasta. Tenemos que ser más listos. Si meten el balón a sus pívots, que sea a cuatro metros y no a dos. Es la clave para mí: sacarles un poco de la cancha".

PSICOLOGICO El otro aspecto que jugará un papel fundamental será el psicológico: la presión del Palau para un equipo que dejó escapar en Madrid una gran oportunidad. "La derrota del otro día fue un palo muy gordo", reconoció ayer Felipe Reyes, el capitán madridista. "Pero ya lo hemos olvidado. Ya ganamos el año pasado y estamos preparados para ir a una cancha complicada como el Palau y ganar. Veo a mis compañeros listos para la batalla. Con mucha confianza, pese a la derrota del otro día. Sabemos dónde fallamos y eso nos hace ser más fuertes, aunque será bastante complicado ganar al Barça".