El desenlace lógico, el que espera todo el cordobesismo tendrá lugar esta tarde. Carlos González, presidente del Córdoba, tiene prevista una reunión a media tarde con Juan Eduardo Esnáider, aunque en función de otras reuniones del mandatario y quehaceres del técnico se podía producir mañana por la mañana. En todo caso, la cita tiene un solo orden del día: González destituirá a Esnáider y tras semanas de sopesar su relevo se ha decidido por el entrenador del filial, Pablo Villanueva.

Las razones para la destitución casi no merecen explicación. Los números del entrenador platense han sido dantescos y, más allá de la situación de la plantilla, la imagen ofrecida en el aspecto táctico también dejaba que desear, sobre todo en los últimos cinco encuentros. Así, la apuesta como revulsivo anímico y también en cuanto a actitud fuera de casa, por la que se le trajo como sustituto de Berges, no solo no ha funcionado, sino que el equipo se desinfló por completo.

El relevo en el banquillo será el técnico del filial y exjugador cordobesista, Pablo Villanueva, que firmará por una temporada y que aún no ha decidido quién será su ayudante en el banquillo. De hecho, ha contactado con más de uno a la espera de que el anuncio se haga oficial, que con toda seguridad será cuando el filial cierre la disputa de los play-off de ascenso a Segunda División B.

Mucho ha meditado González quién debía ser el jefe del vestuario para la próxima campaña, en la que se ha marcado el reto de ascender. Tras una primera terna, en la que también estaban hombres como Herrera y Oltra, el presidente mostró más que interés en Juan Antonio Anquela. Después de la reacción de Esnáider y la posterior reafirmación de González con el argentino se produjo un punto muerto en el que se hablaron con diversos técnicos, entre ellos el del filial, con el que se habló el lunes pasado, y cuya opción fue tomando peso progresivamente. La decisión definitiva de González se produjo el sábado, reafirmando así su apuesta por hombres de la casa o con vínculos fuertes con el club en el pasado. Asimismo, Villa mantendrá ese punto de unión con Jémez o Berges al firmar por tan solo una temporada, aunque los dos primeros llegaron a renovar en mitad de la competición. De nuevo la campaña, en este caso la 2013/14, comenzará con un símbolo cordobesista en el banquillo.