Alzar la Copa del Mundo es el sueño de cualquiera. Y los españoles Alex Alguacil y José Carlos Sánchez están a un paso de lograrlo. Este fin de semana, en Barcelona, disputan la final del Mundial de Pro Evolution Soccer (PES) y tienen opciones de ganarlo en la modalidad individual y en la competición por equipos.

Se consideran amantes del fútbol y aseguran que el PES “ha sido una forma de plasmar nuestra ilusión por el balón en el mundo virtual”. Porque al final, “si no entiendes de fútbol, es imposible que te puedas dedicar a esto”. Y aunque saben que para muchos es difícil entender que se dediquen plenamente a los videojuegos, explican que gracias a los eSports están disfrutando de una vida de privilegio. Que los sacrificios realizados se han visto recompensados con viajes, nuevas experiencias, reconocimiento y una final mundialista como la de este sábado.

Siempre se ha dicho que el sueño de cualquier niño es ganar o disputar la final de un campeonato del mundo. Vosotros estáis a punto de lograrlo. ¿Qué supone disputar una final mundialista?

José Carlos Sánchez: Como jugador es lo máximo a lo que se puede aspirar, es el momento más alto de tu carrera. Así que ahora lo suyo sería culminar la temporada con el mejor resultado posible, ojalá una victoria, que además en casa sería espectacular.

Alex Alguacil: Al fin y al cabo es para lo que trabajamos, para llegar aquí. Es lo más difícil y lo que más repercusión tiene. Es el título mundial y sería lo máximo poder lograrlo este sábado.

Para estar entre los mejores del mundo habéis tenido que pasar muchas horas delante de un televisor entrenando y, seguramente, hayáis escuchado en más de una ocasión: “Si solo es un juego, ¿qué hacéis?”.

A: Eso ha existido siempre. Cuando empiezas a dedicarle muchas horas y a dejar de hacer otras cosas por jugar o entrenar para un torneo, la gente lo rechaza un poco. Pero luego cuando ven lo que puedes conseguir o lo que consigues gracias a esto: viajes, experiencias… cambian de opinión. Porque al final vivimos cosas que con una vida normal no hubiéramos vivido y yo me siento súper afortunado de ello.

J: Totalmente, la vida que llevamos gracias a esto es increíble.

¿Cómo vive la familia que de repente dejéis de lado otras responsabilidades para dedicarnos a jugar a la Play Station?

A: Yo, al principio, no les decía nada, directamente me ponía a jugar y, evidentemente, tuve muchas peleas con mis padres.

J: Te decían lo típico de: “Deja la Play y haz otra cosa”. Pero cuando llegan los premios, los viajes y la repercusión mediática ya se lo empiezan a tomar más en serio. Ven que no es una pérdida de tiempo ni un juego, sino que es algo que te está aportando positivamente.

Porque, ¿cómo se entrena para ser mejor en el PES?

J: Cada uno tiene su forma de entrenar, digamos que cada maestrillo tiene su librillo. Yo, por ejemplo, utilizo a mi hermano. Él fue el que me metió el gusanillo por los videojuegos de fútbol y como me conoce mucho me hace mejorar, porque me obliga a cambiar muchas cosas que ve que ya no funcionan o que puedo mejorarlas haciéndolas de otra forma. La cuestión es medirse a gente de nivel que te obligue a hacer cosas distintas.

A: Lo que hacemos, al final, es la faceta de jugador y de entrenador. Tenemos que pensar la táctica, las jugadas ensayadas… y luego tener la habilidad de saber plasmarlo en el juego.

Entonces, ¿hay que entender de fútbol para dominar el videojuego?

J: Sí, sí. Uno que no tiene capacidad de entender el fútbol no puede ser top en el videojuego.

A: Es que hay que ser entrenador, saber adaptarse a lo que hace el rival sobre la marcha y cambiar tu juego para ganar. Entonces, si solo juegas por 'skills' puedes llegar a ser bueno pero seguramente no te clasifiques para un mundial.

Habláis de ser entrenadores y jugadores, de sacrificios y de trabajo diario. ¿Os sentís deportistas?

J: Quizá no al modo tradicional. Para mí la definición correcta de los eSports es que no son un deporte convencional sino un deporte innovador. Aún no se han sentado del todo las bases para que se considere deporte en sí, pero se está yendo por el buen camino. Por ejemplo, en los próximos Juegos de Asia se implantará la competición de Pro Evolution Soccer.

A: Además hay que tener en cuenta que detrás hay mucho trabajo, que esto implica mucho esfuerzo y dedicación. Nada llega solo, ni aquí ni en cualquier deporte.

Elegisteis jugar al PES pero también existe el FIFA, que de hecho es el videojuego más vendido. ¿Por qué?

A: Porque crecimos con él. Además, para los que nos gusta el fútbol, el PES es mucho más completo.

J: Yo empecé jugando al FIFA porque es al que jugaba todo el mundo, pero llegó un punto en el que me aburrí y el Pro tiene la ventaja de que siempre te aporta algo nuevo y te engancha en términos de mutabilidad, aunque sea menos completo en el tema de las licencias.

Lo que está claro es que el mundo de los eSports está en auge y parece que el futuro pasa por ellos. Al menos en países como Francia y Estados Unidos. ¿Se puede vivir en España de los videojuegos?

A: Totalmente. Yo empecé con esto por un mero hobby. La decisión que tomé de dejarlo todo es arriesgada, porque vivimos de los premios y en España no hay subvenciones. Sin embargo, creo que la profesionalización esta cada vez más cerca, porque esto está creciendo a un ritmo muy rápido y hay mucho márketing detrás.

J: A España lo que le falta es atrevimiento por parte de empresas e inversores. Esto al final es una inversión de riesgo. Quizá no salga rentable a corto plazo pero a medio y largo plazo, seguro. Porque la tendencia es que muchos niños en vez de ponerse la televisión para ver una serie se sienten frente un tablet o un ordenador a ver videos de 'youtubers' y 'gamers'.

A: Lo que haría falta para que España llegue al nivel de otros países (o que cuando llegue no se caiga en el error) es que haya una Federación que proteja a los jugadores.

J: Porque curiosamente a nivel institucional estamos en la cola, pero a nivel de 'gamers', jugadores y talento estamos un poco por delante del resto de países y ahí es donde tenemos que equilibrar todo con una inversión que esté a la altura de los resultados.

El PES no solo os ha permitido disputar una final mundialista, sino que, además, os ha dado a conocer entre la gente de la comunidad de los videojuegos y os ha convertido en verdaderos referentes. ¿Cómo lleváis esa fama?

A: Yo no me veo como "soy la hostia". la fama no es algo que me cambie. Simplemente veo como un orgullo poder estar aquí y representar a más gente.

J: Yo lo vivo con mucha humildad. Creo que al final estamos a la altura de muchos otros, pero hemos tenido ese puntito de suerte y trabajo que nos ha traído hasta aquí. Por eso no nos sentimos superiores a nadie, sino que intentamos hacerlo todo lo mejor posible para que los que vengan detrás puedan estar al mismo nivel o incluso mejor y crear una comunidad sana.

Entre esa comunidad que tenéis detrás y de la que formáis parte, ¿cuál es el papel de las mujeres?

A: Existen. Yo creo que quizá tengan miedo a atreverse a participar o lo que les podrán decir si las ven en un 'streaming'. Pero para jugar a esto solo hacen falta ganas ilusión y entender un poco de fútbol, y las mujeres pueden hacerlo.

J: A las mujeres no se las ve tanto a nivel profesional, pero si están muy presentes en el mundo de los videojuegos. Es verdad que es un sector minoritario pero las hay, y cada vez habrá más. Al final es fútbol y a las mujeres les gusta el fútbol. Estamos encantados de que vengan a participar.