La puesta en marcha de la próxima edición de la Liga de Campeones aventuró reencuentros entre viejos rivales, cuentas pendientes de saldar para los equipos y un panorama esperanzador para los españoles en la fase de grupos, configurados en una gala que invadió de reconocimiento al vigente campeón, el Real Madrid. El conjunto blanco, el Barcelona, el Atlético Madrid y el Sevilla tienen ante sí adversarios de todo tipo. Duelos con morbo, rivales reputados y contrarios asequibles que superar para cumplir el objetivo de alcanzar los octavos de final.

El Real Madrid, por ejemplo, vuelve a coincidir con el Borussia Dortmund, tal y como sucedió hace un año. También se vio, no hace mucho, con el Tottenham inglés. El Barcelona se reencuentra con la Juventus, su verdugo el pasado curso. Y el Atlético de Madrid, en pleno barullo del asunto Diego Costa, está citado con el Chelsea. El Sevilla, tal y como demandaba y después de varios años coincidente con adversarios de enjundia, advierte un panorama despejado, con el Liverpool como única entidad de renombre.

La ceremonia ensalzó al conjunto de Zinedine Zidane por su gran temporada en la pasada temporada. A excepción de Gianluigi Buffon, elogiado como el mejor portero, acaparó el resto de reconocimientos. El de Sergio Ramos como defensa destacado; el de Luka Modric como centrocampista y el de Cristiano Ronaldo como el mejor delantero. El portugués, además, fue distinguido como el mejor jugador de la pasada Liga de Campeones, por delante del argentino Leo Messi y del meta del Juventus.

No olvidó la fiesta a Francesco Totti, retirado el pasado 30 de junio del fútbol después de 24 años en la Roma, su último equipo. El centrocampista romano fue el encargado de dirigir los destinos de cada club y el recorrido en el torneo.

El Real Madrid esquivó al París Saint Germain, el equipo más temido del bombo 2. Sin embargo, el azar le hizo coincidir con el Borussia Dortmund, el Tottenham inglés y el Apoel Nicosia. El equipo de Zidane volverá al Westfalenstadion, donde empató el pasado año. Una cita que el Dortmund podría afrontar debilitado, sin su estrella, el francés Ousama Dembélé, si finalmente se marcha al Barcelona. Fue el conjunto alemán, subcampeón de la Bundesliga, el que privó al Real Madrid de ser campeón de grupo en el ejercicio pasado. Wembley también aguarda al campeón. Es el recinto actual del Tottenham, donde despuntaron en su día Gareth Bale y Luka Modric y que entrena el argentino Mauricio Pochettino. El Apoel es el adversario más asequible para el Real Madrid, con el que coincidió en el 2012 en unos cuartos de final.

EL BARÇA VUELVE A TURÍN

El Barcelona, por su parte, volverá a Turín, donde espera saldar cuentas pendientes. Allí comenzó su final en la pasada edición de la competición, donde fue arrollado. El cuadro de Ernesto Valverde se topará con Paulo Dybala y un bloque sólido y bien armado. El vigente subcampeón. Será el campeón italiano el rival azulgrana por el liderato del grupo a expensas del Olympiacos y el Sporting Portugal, equipos que completan el cuarteto. Dos clubes que sellaron su pase desde la ronda previa. El ambiente de Atenas es más preocupante que el potencial del cuadro heleno. Ante el Sporting coincidirá con viejos conocidos. El francés Jeremy Mathieu, exjugador azulgrana, y el exmadridista Fabio Coentrao.

PULSO CON EL CHELSEA

El Chelsea, principalmente, y el Roma de Ramón Rodríguez Monchi, son los equipos a tener en cuenta en el grupo del Atlético. El debutante Qarabag de Azerbaiyán es el cuarto en discordia. En pleno revuelo por Diego Costa el Chelsea de Antonio Conte se topa con el Atlético Madrid. Álvaro Morata es su gran adquisición del verano.