El Córdoba cerró el pasado sábado en El Molinón una de las peores primeras vueltas de su historia, consecuencia de la progresiva descapitalización deportiva que ha sufrido el equipo en los últimos años, una confección de plantilla a todas luces insuficiente y un ambiente en torno al conjunto blanquiverde que ha ido deteriorándose, paralelamente, en los últimos tiempos. En sólo 21 encuentros, el Córdoba ya ha utilizado a tres entrenadores. Luis Carrión lo dirigió durante 10 encuentros, con una serie mortal de siete derrotas y un último encuentro, en El Arcángel ante el Nástic (1-5), que supuso la mayor goleada del Córdoba en Segunda en toda su historia. Al catalán le sucedió Juan Merino, que no consiguió el triunfo en los siente encuentros que estuvo al frente del conjunto blanquiverde, con cuatro derrotas y tres empates, dos de ellos -Sevilla Atlético, fuera, y Cultural, en casa- que certificaron su defunción. Tras valorar el fichaje de Rubén Baraja y ante la perspectiva de una venta del club, Carlos González decidió convertir la interinidad inicial de Jorge Romero en plaza fija para el joven técnico del club, que ha logrado un triunfo, un empate y dos derrotas. Sólo una victoria en Cádiz, el próximo domingo, le haría mejorar los números del destituido Carrión en sus primeras cinco jornadas, en las que logró dos triunfos.

DEFENSA

<b>QUEBRADERO DE CABEZA DESDE EL PRINCIPIO </b>3 El gran mal de este Córdoba -que no el único- ha sido la defensa desde el principio de temporada. Es el equipo más goleado de la Liga, con 39 goles (le sigue el Valladolid de Deivid, con 35) y sólo ha conseguido dejar a cero a cuatro de sus 20 rivales: Lorca, fuera de casa, y Alcorcón, Tenerife y Reus, en El Arcángel. No es un problema de portería: de entre los 21 porteros de Segunda, Pawel Kieszek se sitúa en el número 14 en cuanto a estadísticas, a pesar de ser el más goleado. Es decir, en otros parámetros (paradas, intervenciones, errores, etcétera), el polaco remonta a, al menos, siete porteros de la categoría de plata a pesar del lastre en el que se ha convertido su defensa. Según Instat, e incluyendo Liga y Copa, tres zagueros suman 10 errores de gol cada uno en lo que se lleva de temporada: Joao Afonso, Josema y Fernández. Con nueve se sitúa Caro y con seis, Dani Pinillos. El balón parado ni quita ni da: se han anotado ocho goles y se han encajado nueve, pero evidentemente una mayor aplicación defensiva hubiera significado algo diferente. La zaga, en general, ha hecho aguas. Y nadie se salva.

CENTRO DEL CAMPO

<b>EL FÚTBOL «DE CENTROCAMPISTAS», UN FRACASO </b>3 Anunció el club en verano, a bombo y platillo, el juego «de centrocampistas» como bandera del equipo. Hombres llamados a liderarlo han estado, en el mejor de los casos y siendo benévolos, discretos. Caballero ha estado al nivel de otros años, Javi Lara ha dado las mismas asistencias que Jovanovic (4) jugando el doble de minutos, Esteve ha pasado sin pena ni gloria, Aguza ha sido guadiánico y, quizás, el único que ha dado el tipo ha sido Edu Ramos, el mediocentro defensivo del equipo. Vallejo, ni en su posición ni como central. En las bandas, salvo Javi Galán como lateral y Jovanovic estando sano, nada de nada, con fracaso sonado como el de Jaime Romero.

DELANTERA

<b>CARA Y CRUZ </b>3 La vuelta que ha supuesto sobre lo previsto la pareja Guardiola-Jona será la misma que ha de dar el Córdoba en este segundo ciclo para salvarse.