Hubo varios jugadores que al acabar el partido, con el descenso consumado, se quedaron en el césped a pedir perdón a la afición. Por la temporada y por la sonrojante goleada. "Posiblemente es el día más complicado desde que soy profesional", desvelaba Fidel. "Vergüenza no sentí, pero me costará dormir esta noche; es la primera vez que sufro un resultado así, ha sido ante el mejor equipo del mundo, pero no es excusa, nos han pasado por encima".

Fidel, que reconoció sentir "mucha impotencia", no quiso poner excusas, ni por la entidad del rival ni por el frío ambiente en la grada. "No estamos para quejarnos de la afición, después del año que llevamos, poco podemos pedir. Nos ha alentado en toda la temporada y si en algún momento nos ha dado la espalda, nos lo merecemos, ahora mismo nos lo merecemos".

Apenas hubo imágenes de desolación por una sencilla razón. "El descenso ya lo teníamos asumido, que no nos íbamos a salvar --aseguraba Íñigo López-- y el primer tiempo hemos dado la cara, pero el segundo ha sido un desastre. El 0--2 nos ha hecho mucho daño, ellos tenían la posesión, aquí hace mucho calor y no hacíamos más que correr detrás de ellos". Solo les queda un objetivo a los blanquiverdes. "Acabar con dignidad y que se vea que somos profesionales".

Tampoco se amparaba en coartadas el central. "Los principales culpables somos los jugadores, pero todo lo que rodea tampoco se ha hecho bien, hay que hacer autocrítica, todo tendrá consecuencias y habrá que aprender para que si alguna vez el Córdoba vuelve a Primera su paso no sea así, no se puede permitir".

En el bando azulgrana no quisieron ahondar en la herida. "Es un resultado bastante abultado; no hubo una diferencia tan grande como para acabar así", aseveraba Mascherano.