Después de muchos días de incertidumbre, marcados por las difíciles relaciones Norte-Sur en Corea y por la presencia a medias de los castigados deportistas rusos -sospechosos de un dopaje institucionalizado-, los Juegos de Pyeongchang arrancan oficialmente al mediodía del viernes con la ceremonia inaugural en el Estadio Olímpico de Daegwallyeong, una instalación de quita y pon capaz para 35.000 espectadores que se llenará (12.00 horas) para contemplar la apertura de la competición (que se alargará hasta el 25 de febrero) y el desfile, entre otros, de los deportistas rusos supervivientes, los coreanos todos juntos y de una delegación española de 13 deportistas que pretende aspirar a medalla en tres pruebas de la mano de Javier Fernández (patinaje artístico), el abanderado Lucas Eguibar (snowboardcros) y Queralt Castellet (halfpipe con tabla de nieve).

Un cierto deshielo

Serán los terceros Juegos de Invierno en Asia (Sapporo 1972 y Nagano 1998 fueron los anteriores) y los quintos en total, añadiendo los de verano de Tokio 1964 y Seúl 1988, los primeros en Corea del Sur. Los también llamados 'Juegos de la Paz', o 'Juegos de la tregua', no tendrán fácil matizar casi 65 años de guerra técnica con los vecinos del norte, a pesar de algunos gestos esperanzadores.

Las sonrisas que acompañaron este jueves la llegada de la delegación de Corea del Norte a la Villa Olímpica (donde fue recibida por música amenizada por sus propias 'pom-pom girls'), la celebración de un concierto histórico de la orquesta norcoreana Samjiyon en la sede olímpica de Gangneung y la promesa de conversaciones este mismo sábado, en un encuentro entre el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y la comitiva norcoreana desplazada al sur, prometen un cierto deshielo y una desescalada en la tensión que faciliten el diálogo y conduzcan a la desnuclearización de la península.

Pese a la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, medios oficiales norcoreanos afirmaron que "no tienen la intención" de reunirse con EEUU. Pence, por su parte, aprovecharía ese hipotético encuentro para "urgir" a Pionyang a "abandonar de una vez por todas" sus programas armamentísticos.

Los más grandes

Mientras, metafóricamente el balón ya comenzó a rodar ayer en las instalaciones olímpicas surcoreanas, con algunas pruebas preliminares de curling mixto y saltos en pequeño trampolín. Fue el disparo de salida de la 23ª edición de los Juegos blancos con mayor participación, que agrupa a cerca de 3.000 deportistas de 93 países en 15 deportes. Estrena también Pyeongchang cuatro nuevas modalidades (big air en snowboard, equipos mixtos de esquí alpino, doble mixto de curling y patinaje de velocidad en pista corta con salida en masa), que elevan a 102 las medallas de oro a repartir.

Las cinco primeras se darán ya este sábado, en biatlón, esquí de fondo, patinaje en pista corta, patinaje de velocidad y saltos de esquí, mientras que el domingo deparará el primer gran campeón con motivo del descenso masculino de esquí alpino (3.00 horas, en un horario de madrugada que será muy habitual dadas las ocho horas de diferencia). Y la misma mañana del domingo debuta España con el fondista vasco Imanol Rojo en skiatlón (7.15 horas).

La pareja rusa ya debutó en curling. / NATACHA PISARENKO (AP)

'Rueda el balón'

El balón, o mejor dicho, las piedras, ya ruedan en los Juegos de Corea del Sur. El curling estrenó este jueves su nueva modalidad, los dobles mixtos, con un interesante duelo entre EEUU y el equipo AOR (Atletas Olímpicos de Rusia), celebrado el día anterior de la ceremonia inaugural. Curling y saltos en trampolín pequeño fueron las pruebas que se anticiparon al desfile de apertura. La pareja rusa formada por el matrimonio entre Anastasia Bryzgalova y Alexander Krushelnitski sucumbió de entrada ante los hermanos Becca y Matt Hamilton, de EEUU. También saltó la sorpresa en el Canadá-Noruega, donde los campeones de Juegos anteriores, los norteamericanos Kaitlyn Lawes (2014) y John Morris (2010) perdieron ante Kristin Skaslien y Magnus Nedregotten.