A falta del dato definitivo, fuentes del Córdoba CF informaron ayer de que la cifra de abonados para la temporada 2017/18, una vez cerrada la campaña, «ronda los 13.000», a la espera de que la contabilización de los contratos y compromisos comerciales del club permita establecer el número exacto.

Se trata por tanto de un leve descenso de cerca de 3.000 abonados (2.755) respecto a los 15.755 cordobesistas que sacaron su carnet en la pasada campaña, en la que el club no cumplió los objetivos y se salvó del descenso a Segunda B en la penúltima jornada.

A pesar de los malos resultados deportivos y del clima de crispación social entre la propiedad y una parte de la afición, el club blanquiverde ha logrado mantener una base social amplia, amortiguando una caída de abonados que se esperaba mayor.

Y es que el clima social que se respiraba entre el cordobesismo a la finalización de la pasada temporada hizo aventurar tanto a la directiva del club como a muchos seguidores de que la desbandada sería de dimensiones importantes. Sin ir más lejos, en la segunda vuelta en torno a 6.000 aboandos, de media, dejaron de ir a las gradas del estadio califal pese a que el equipo se jugaba permanecer un año más en la división de plata.

Temiendo unas cifras de abonados por debajo de los 10.000, la planta noble del Córdoba carburó una estrategia tendente a mitigar la desafección y conservar el grueso de los socios para el nuevo curso. Por ello, se realizó una campaña de abonos con una subida no tan fuerte como se había especulado, y habilitando una grada de animación y el carnet infantil, dos reclamaciones históricas de la afición. Otra clave que marca la moderación del descenso es la imaginativa campaña en redes sociales de los siete primeros fichajes del club blanquiverde.

Publicados con un margen de una hora entre curiosas láminas y una fuerte interacción en Internet, el club consiguió que la afición volviera a ilusionarse. La llegada de nuevos refuerzos de nivel como Jaime Romero para la banda o Stefanovic como competidor de Kieszek aumentaron el margen de confianza del cordobesismo, que vio además como el equipo ganaba en todos y cada uno de los amistosos de la pretemporada, lo que llevó a colas finales en el periodo de mejora de asiento.

EL QUINTO DE SEGUNDA

Con estas cifras, el Córdoba se sitúa en el quinto lugar en la clasificación de clubs de Segunda División con mayor número de abonados. El Sporting, tras su descenso la pasada temporada, ha logrado superar los 23.000 abonados, unos datos importantes si se tiene en cuenta que su estadio tiene aforo para poco más de 29.000.

El Real Zaragoza, por su parte, tiene ya 18.900 abonados y es probable que llegue al simbólico número de los 19.000. Osasuna y Cádiz pelean el tercer escalón de este particular podio, ya que ambos rondan o superan los 15.000 abonados. En el caso del club navarro, por cuestiones de aforo, se han limitado a 16.000 el máximo de socios que permitirá. Los amarillos, próximo rival del Córdoba, tienen como objetivo llegar a los 18.000.