Uno de los capítulos más tristes en la historia reciente del Córdoba se cerró ayer con el acuerdo entre el Córdoba y Domingo Cisma por el despido del futbolista el pasado verano. Hay que recordar que al jugador le quedaba un año más de contrato (del que el club reinterpretó una de sus cláusulas para forzar el despido), mientras que Cisma solicitaba, en principio, su readmisión.

Un capítulo triste, ya que el jugador se encontraba en el momento del despido de baja por una importante lesión en la rodilla, lo que no deja en buen lugar a la entidad. Cisma, que continúa trabajando en su completa recuperación ya que desea intentar su vuelta a los terrenos de juego, solicitó, al ser informado de que el club nunca aceptaría su readmisión, una cantidad en concepto del año que le quedaba de contrato por despido improcedente. Cisma cobrará su contrato neto y el club se ahorra una cantidad en la tributación.