El Córdoba B se redimió de la goleada sufrida la semana pasada en Castilleja y le ha dado en la matinal del domingo un repaso al Sevilla C, al que apenas le ha dejado jugar y que se ha ido de El Arcángel con tres goles y la sensación de que han sido pocos.

Un par de novedades en el once planteado por Carrión. Sebas Moyano, por la derecha para cubrir la baja del sancionado Moha Traoré y Esteve y Jordi intercambiando posiciones.

En la primera parte, el Córdoba B hizo del Bilbao Athletic. Mucha posesión, mucha llegada, mucho pase, pero sin finalización. Un par de disparos, algún remate y pare usted de contar.

A diferencia del primer equipo, el filial no tiene problemas para trenzar jugadas y aguantar el balón, tienen capacidad de desborde, bien con la estrategia a balón parado, tapan y, al fin y al cabo, tienen algo de fútbol que ofrecer. Eso sí, muy favorecidos por las diferencias individuales entre los componentes del segundo equipo blanquiverde y el resto de equipos del grupo X de Tercera, con un presupuesto infinitamente más reducido.

Pero el caso es que los chavales funcionan bien en todas las líneas y, pese a la juventud, no tienden a meter la pata en defensa y hacer grandes concesiones al rival. Un par de llegadas por banda conducidas por Sebas o Galán, pero al llegar a la línea de fondo se acaban las ideas. Y así, toda la primera parte en la que Sillero solo intervino en un disparo lejano y sin peligro.

Pero en la segunda el filial salió enchufado. A los cinco minutos, Quiles le ganaba la espalda a la zaga sevillista para plantarse solo ante el meta visitante y hacer el primero. Entonces en el marcador se veía el 5-0 del San Roque al Guadalcacín. ¿Cómo no pudo pasar del empate este filial en Jerez?

Sin tiempo apenas para celebraciones, y con el partido volviéndose bronco por momentos, Fran Serrano remataba con elegancia un saque de córner para hacer el tanto de la tranquilidad, que el San Fernando hacía también sus deberes en Alcalá y peligraba el liderato. Además, el del Chimeneón se desquitaba de la que había tenido en la primera parte, más propicia para un delantero centreo que para un central.

Pero vio Carrión que se podía hacer sangre y sacó al habilidoso Galán, ya algo quemado tras un tremendo despliegue físico, por el joven Sergio García, que tan buen rendimiento está dando. De sus botas salió un clara, cuando recuperó en el centro del campo y toco de espaldas para Leto, que se la dejó solo a Quiles dentro del área, pero que la echó fuera incomprensiblemente.

El partido era ya del filial y, tras desperdiciar Esteve una llegada clarísima intentando el pase de la muerte, Sebas Moyano no perdonaba a la siguiente y sí aprovechaba el regalo de Quiles. 3-0 y 20 minutos por delante ante un rival noqueado y sin verlas venir. Y mientras el partido se seguía calentando, con los del filial pagando la novatada de entrar en provocaciones. Quiles al banquillo, José Mari a la derecha y García por dentro. Hubo tiempo para un cuarto, pero el remate de Serrano se topó con el palo y otra más en la que Sebas pecó de individualista.

El miércoles toca visitar Utrera y el domingo, ocasión perfecta para encarrilar el liderato con la visita del San Fernando a Córdoba. Eso sí, con un primer equipo con bajas importantes en Lugo.