Eso pasa por dejarlo todo para última hora. El Córdoba B se dejó dos puntos ante el Extremadura en un encuentro en el que el filial fue superior en términos generales, pero que hasta los minutos finales no se volcó seriamente a por el partido ante un Extremadura que, pese a todo, dispuso de la ocasión más clara del encuentro.

Insistió Carrión con Sebas Moyano en el banquillo, dando prioridad a Óscar Lozano y cambiando de banda a Javi Galán. Optó el técnico por el 4-2-3-1, con Moha Traoré como única referencia y Quiles algo más retrasado.

Una primera parte soporífera, para no haberse levantado de la cama, sin llegadas de ninguno de los dos equipos. El Córdoba lo confiaba todo en balones en largo que pudiera cazar y bajar un Moha Traoré que no estaba nada fino. Por su parte, el Extremadura arrancaba un par de córners que acababan en nada, bastante mejor defendidos por parte de los blanquiverdes.

Hubo que esperar al final de la primera parte para cantar el primer uy. Un disparo potente desde la frontal del área se estrelló en el larguero ya con Saavedra, el portero rival, batido.

Tras los primeros minutos de la segunda, el técnico sacó a Óscar y metió a Vera, dejando la banda derecha para Moha. Pero el que asustó fue el Extremadura con un balón que se paseo por el área de Vito y que salvó Soler. La réplica, una buena llegada de Moha que Vera no llega por poco.

A falta de 15 minutos el Extremadura perdonó al filial. David Agudo le ganó las espaldas a la zaga blanquiverde y encaró a Vito por la derecha entraba solo, absolutamente solo, Willy, que solo tenía que empujar la pelota, pero el meta catalán se lanzó cual gato para agarrar la pelota. Mérito de uno y demérito de otro. Ahí se produjo el cambio de Moha por Sebas Moyano. Un par de minutos después, Javi Galán le pegaba fuera desde dentro del área. Y es que ya, en los minutos finales, el Córdoba fue a por el encuentro intentando hacer valer su superioridad física, con un Extremadura más cansado y dando por bueno el punto. Y, sobre la bocina, Sebas tuvo una clarísima peinando el balón hacia atrás.