Apenas vio El Arcángel una derrota del filial la pasada temporada, solo en el encuentro que echó el telón, ante el Lorca. También ante el murciano Cartagena comenzó cayendo en casa el Córdoba B esta temporada tras un encuentro abierto en el que ambos equipos dispusieron de ocasiones suficientes como para haber sumado algún tanto más. Pero esto ya es Segunda B y el nivel con los rivales se ha equiparado. Primera derrota de un equipo con el objetivo de salvar la categoría cuanto antes.

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La diferencia entre el fútbol profesional y el amateur es el nivel de agresividad, la picaresca, el meter la pierna para robar el balón y buscar el choque de rodilla discreto y disimulado, que pase desapercibido por el árbitro. Y eso, que Moha trae en el ADN, es en lo que han mejorado los pocos jugadores del filial que quedan de la última etapa del Córdoba B por Segunda División B y otros aún lo tienen que aprender.

Se le vio, por ejemplo, a Fran Serrano, al que en el minuto 9, después del primer tanteo, le ganaron la espalda y se vio obligado a derribar al rival, pero tan bien, que pasó desapercibido, aunque se la jugó bastante.

No iba a ser el único error que condenase al filial, al que se le notó la inmadurez frente al Cartagena en algunas fases. Como en gol de Juanlu Hens tras un error monumental de los canteranos para dejar solo al exblanquiverde ante Vito, que tocó el balón pero poco más pudo hacer.

Bajaron entonces un poco los brazos los del B, pero solo un poco y poco rato, con balones en largo a la espalda de la defensa buscan la genialidad de Moha, pelón como él solo, pero desafortunado. La más clara la tuvo el de siempre, Sebas Moyano, con un precioso golpeo de falta desde la frontal que obligó a Limones a lucirse. Pese a todo, el B se iba al descanso con la sensación de estar un punto por debajo del rival.

Tras el paso por vestuarios, el partido siguió abierto. El primero en atacar fue el B, pero Moha no estuvo fino en el mano a mano y Esteve terminó mandado fuera el rechace. La réplica fue una jugada a balón parado que sacó a relucir las vergüenzas del filial en defensa. Luego, un par de mana a mano de Arturo que demostró que no es un killer y que el filial a mejorado en portería con Vito.

El B no se achantó y González dispuso de una clara en el punto de penalti, pero se escurrió al rematar. El campo está para verlo. Más fino estuvo Quiles cuando Moha le puso un regalo a la cabeza. Golazo.

Pero duró poco la alegría. Gol de Sergio García --para hacérselo mirar porque empezó con falta a favor para el B-- para recordar que esta categoría no va a ser un paseo. Duro mazazo para un B que, pese a la derrota, no dejó malas sensaciones del todo, salvo esas concesiones atrás, que es para hacérselo mirar.