Cuatro jornadas lleva el Córdoba en Primera. Cuatro jornadas en las que la afición aún no sabe lo que es ver a su equipo por delante en el marcador. Cuatro jornadas en las que los pupilos de Ferrer siempre han ido a remolque. Y cuatro jornadas en las que al Córdoba siempre le han marcado un gol. Y ojo, el jueves llega el Valencia.

360 minutos lleva el Córdoba sin saber lo que es ir por delante. El cuadro recién ascendido no se ha puesto por delante de su equipo en ni una de las cuatro jornadas. Además, los dos puntos cosechados ha tenido que lograrlos a cotracorriente, ya que en ambos igualó los goles de sus adversarios (Celta y Almería).

De los 360 minutos disputados en 159 minutos fue por detrás. Ante el Real Madrid aguantó 30 minutos hasta que Karin Benzema anotó el 1-0. El resto del encuentro (60 minutos) el Córdoba fue a remolque sin éxito.

En la segunda jornada, aguantó 52 minutos. Los mismos que estuvo el Celta sin anotar. Hasta que lo hizo Orellana. Aquí la reacción fue rápida. Ocho minutos después Cartabia igualó el encuentro, por lo que solo fue a remolque en ese escaso periodo de tiempo. Una jornada después, ante el Almería, se produjo un calco. Golpeó Edgar primero para el cuadro rojiblanco. Solo 9 minutos tardó en reaccionar el Córdoba. Otra vez Cartabia fue el que igualó el choque.

La línea siguió su curso el domingo ante el Sevilla. A los ocho minutos marcó Bacca. Aquí no hubo respuesta rápida, por lo que el Córdoba cayó derrotado.

El Córdoba, un equipo confeccionado para tener el balón y aburrir a su rival, aún no sabe lo que es defender una renta y que sea el equipo contrario el que tenga la presión de ir al ataque.

Porque, ¿qué ocurriría si el equipo de Ferrer marca y jugadores como Borja, Fidel, López Silva, Fede Vico o Cartabia tienen metros por delante y cogen a las defensas con espacios a su espalda? La incógnita sigue sin despejarse y la ecuación sin resolverse.