Como si fuera el título de una película -‘Algo para recordar’- este jueves, Alberto Contador ha reivindicado su posición de favorito para la victoria en el Tour, que comienza el sábado en Utrech, donde quiere pasar a la historia del ciclismo al cumplir la gesta de ganar en un mismo año las rondas italiana y francesa. El 1 de junio consiguió el triunfo en Milán y el 26 de julio quiere llegar de amarillo a París. "Vengo con el objetivo de intentar ganar el Tour. Quizá tenga alguna duda ya que debo comprobar cómo me he recuperado tras el Giro, pero me he planteado Giro y Tour como si fuera una sola carrera; una sola victoria".

Contador es uno de los cuatro grandes favoritos (los otros tres son Vincenzo Nibali, Chris Froome y Nairo Quintana). Es una posición que admite aunque, sin embargo, este jueves el ciclista de Pinto ha abierto el abanico a otros adversarios. "Somos cuatro los que aparecemos en esa primera línea pero hay más favoritos puesto que deben apuntarse nombres como los de Purito, Bardet, Pinot yValverde".

Llega al Tour tras una preparación especial de un mes, donde ha combinado el descanso con los entrenamientos en bici sin descuidar laalimentación. "He debido cancelar las celebraciones por la victoria en el Giro y renunciar a las cenas de homenaje. Pero tengo un reto, que es el doblete, porque este año quiero conseguir algo para recordar, algo más que la victoria en el Tour".

Llega a la salida de Utrech protegido por un equipo que parece más potente que el que lo acompañó en el Giro, donde en algunos instantes estuvo demasiado solo. Hay cinco ciclistas del equipo, incluido él, que doblan las dos carreras. Sin embargo, Contador no opuso en Utrech ninguna duda hacia el rendimiento de sus compañeros del Tinkoff, entre los que está Peter Sagan, que acude también con el objetivo de pelear en las llegadas junto a otros velocistas y volver a ganar en París el jersey verde de la regularidad.

“Si pudiera escogería las sensaciones que tenía hace un año en la salida del Tour. Me da un poco de miedo comprobar cómo responde mi cuerpo porque este será el Tour más duro de cuantos he corrido". Ha enumerado para ello el nerviosismo y el sin parar de las primeras etapas, como ejemplo de una ‘grande boucle’ que hay que vivir "día a día". "Empezamos con una contrarreloj, seguimos con el peligro del viento, continuamos con la llegada al muro de Huy y a la cuarta etapa aparece el ‘pavés’", ha explicado el corredor madrileño.