Juan González, un conserje municipal con décadas de experiencia, se llevó ayer un buen susto cuando, como cada mañana fue el primero en llegar a las instalaciones donde trabaja desde hace año y medio. "Estaba todo muy oscuro y me dije, ¡si hay ahí uno durmiendo!". Pero lo que vio era el bulto que formaban los escombros del butrón. "Cuando me di cuenta de que habían robado salí corriendo". Con los nervios, Juan casi no atinaba a marcar para llamar a la policía. "Llegaron en seguida", recordaba ayer, cerca del butrón, que seguía sin tapar.