Ganó el Madrid gracias a un contraataque lanzado por Cristiano Ronaldo con un pase superior a Coentrao, pero el astro portugués no acabó contento. Mas bien pareció que salió del campo disgustado. Quizás fue porque no vio puerta en ninguna de las tres ocasiones que tuvo de ampliar la ventaja blanca. Apuntó, sin embargo, a quienes no consideraban conveniente que disputara el partido por el grave riesgo de recaída que corría. Fue un consejo de los servicios médicos y eso da idea del peso que tienen en la tutela y puesta a punto de los jugadores lesionados. Un sinsentido.

"Algunos no querían que jugara, pero tenía confianza y la última palabra es mía. No soy tonto. No arriesgo, conozco mi cuerpo. Al principio estaba con un poco de miedo, pero es normal cuando juegas después de tres semanas. Eso sí, tenía confianza en mí mismo... Demostré que estoy bien. Me sentí perfecto y estoy perfecto. No tendré problemas", declaró Cristiano Ronaldo en zona mixta, sin querer dar más pistas sobre los destinatarios de sus quejas. Ayer por la mañana realizó carrera continua en Valdebebas, junto con Coentrao, mientras los demás titulares ante el Bayern trabajaron en el interior. Lo normal es que mañana contra Osasuna vuelva a descansar. "Hay que ir poco a poco", había dicho la noche anterior después de reiterar que espera que la "pequeña ventaja" obtenida sea "suficiente".

También lo desea con fervor el presidente, Florentino Pérez, que ayer felicitó a los jugadores por su entrega y les pidió que no saltasen al Allianz Arena de Múnich como lo hicieron al Signal Iduna Park de Dortmund. "Sabemos que queda un penúltimo gran esfuerzo y no va a ser fácil", afirmó el presidente en la presentación del Corazón Classic Match que enfrentará a los veteranos del Madrid y del Inter el 8 de junio en el Santiago Bernabéu.