Sostiene Carlos González que su empresa, Ecco Documática, propietaria del Córdoba CF SAD, "no va a hacer autocartera" tras la bautizada ayer como Junta del cerrojazo. La última suya como presidente si cumple con su palabra. Esto quiere decir que no va a adquirir sus propios valores para evitar que entren en ella accionistas no deseados. Otra cosa es que la maniobra que ayer aprobó la junta extraordinaria convocada ad hoc vaya encaminada a quitarse de en medio al sindicato de insurrectos minoritarios que no reconoce. Un grupo de 17 socios que lograron sindicar, al menos, las 10.000 acciones mínimas necesarias para poder asistir a la reunión, previa identificación y cacheo en las oficinas municipales de El Arcángel.

El caso es que en 25 minutos de plasma, el club hizo valer su aplastante mayoría accionarial para poner a la sociedad en el camino correcto para echar el cierre a toda explicación pública de sus cuentas en el futuro (no descarten una OPA si hiciera falta), y cuyo avance se dio a un día del cierre del año 2015, sin presencia libre de accionistas como antaño ni de medios de comunicación. Por tele y sin preguntas.

Sostiene Carlos González, presidente del Córdoba CF SAD, que "ser accionista con una acción tiene el mismo valor que serlo con cien, porque en ambos casos se trata de reconocernos un sentimiento". Otra cosa son los derechos adscritos. Porque el consejo no respondió a las varias preguntas que formularon los minoritarios por "no constar en el orden del día", frase hiperrepetida, y por no ser reconocidos por la entidad como unidad sindicada "por defecto de forma" y también de fondo. "Han tenido un agresivo despliegue mediático antes de la junta", se les espetó como razón para negarles información de los otros socios para lograr reunir más firmas por su causa. "¡Viva la libertad de voto!", llegó a gritar en un momento dado Carlos González en una de sus irrupciones durante la junta extraordinaria.

El caso es que la segunda cita del día cumplió con lo previsto con 16 votos en contra --a esas alturas el expresidente Alfonso Gómez se había ido desesperado "por el ninguneo"-- y a favor de la propiedad: luz verde al club para comprar durante cinco años acciones de 0,017 euros a 20 céntimos, "para premiar a los accionistas con una plusvalía". "Esta medida es consecuencia de la buena situación económica y que accionistas siempre perjudicados sean bonificados con un precio muy por encima de su valor", vino a justificar González.

UNA ACCIÓN POR ABONADO

Ante la incómoda pregunta de sus intenciones (no contestó tampoco en la junta ordinaria en dónde queda reflejado el derecho contractual con Prasa Prasade asumir la deuda del club, ni a partidas concretas del balance --"esto no es una asamblea es una junta; no somos el Madrid o el Barcelona", contestó--, ni a las relaciones entre el club y el Ayuntamiento...), González se limitó a señalar que "si cree que Ecco va a vender acciones al Córdoba, no, en ningún caso. Esas acciones se las vamos a ceder a los socios". Y más tarde anunció el club en su web que regalará una acción a cada abonado de las que logre recolectar.

Esto en cuanto a la junta extraordinaria. Antes, 35 minutos sobre el horario previsto, la junta ordinaria aprobó lo previsto con el único voto favorable del dueño y 17 minoritarios en contra de todo. Una representación breve que dejó como sorpresa de última hora una rectificación favorable a la banca en las cuentas cerradas el 2014/15 del descenso de Primera, que arroja un saldo favorable a González, aparte de los sueldos, de más de 5,8 millones de euros y 26,7 millones de cifra de negocio.

Javier Jiménez, consejero del club, explicó que pese a estar sin definir los derechos televisivos y ayudas al descenso, el presupuesto 2015/16 tendrá más beneficios aún, unos 3,4 millones de euros. Y el resto de cuentas, no entran en el orden de este día.