Ya es definitivo. Rusia no podrá competir como país en los próximo Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en Pyongchang (Corea del Sur) del 9 al 25 de febrero próximos, si bien algunos deportistas considerado 'limpios' de dopaje podrán participar bajo la bandera olímpica y siguiendo estrictas condiciones.

El comité ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) ha tomado este martes en Lausana una de sus decisiones más difíciles y controvertidas. Rusia, que en algunos deportes, como el atletismo, ya estuvo ausente en los Juegos de Río 2016, no podrá presentar equipo en Pyongchang, como castigo por sus reiterados casos de violación de las reglas antidopaje, que alcanzaron su cénit entre el 2011 y el 2015, cuando el informe McLaren hecho público en el 2016 desveló una trama organizada de dopaje sistemático.

En los Juegos de Invierno de casa, en Sochi 2014, Rusia lideró el rámking, con 33 medallas, pero las investigaciones posteriores hizo que perdiera 11 de esos puestos de podio medallero, incluidas cuatro medallas de oro, dejando el liderato a Noruega. Se demostró que el laboratorio antidopaje de Sochi había institucionalizado los cambios de muestras de orina que podían dar positivo por otras de limpias.

Ese dopaje institucionalizado, que el Kremlin siempre ha negado, ha sido el argumento para que el COI haya excluido al equipo ruso, como tal, de los próximos Juegos. El organismo olímpico también ha decidido suspender como miembro a Alexander Zhukov, presidente del Comité Olímpico Ruso, y expulsar de por vida del mundo olímpico al viceprimer ministro ruso, Vitali Mutkó, que había sido mucho tiempo responsable del deporte ruso.