El Manchester City encara su enésimo asalto a la Liga de Campeones, el sueño frustrado de su propietario, el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, desde que se hizo con el club del norte de Inglaterra en septiembre de 2008.

Seis años y alrededor de mil millones de libras (1.260 millones de euros) después de su adquisición, el City vuelve a soñar con la máxima competición continental tras haber pasado, no sin problemas, como segundo del Grupo E, que incluía, además de a los ingleses, a Bayern Múnich, Roma y CSKA Moscú.

Un triunfo heroico en la última jornada de la fase de grupos en el estadio Olímpico (0-2), en la capital italiana, selló la clasificación de los de Manuel Pellegrini para octavos de final.

Después de caer en esta misma instancia y ante el mismo rival el pasado año, el todopoderoso conjunto inglés volvió a sumergirse el pasado verano en el mercado de traspasos buscando reforzar un equipo que ya había concluido la temporada como campeón de Inglaterra.

Al grupo liderado por el argentino Sergio Agüero, el marfileño Yaya Touré y el español David Silva llegaron cuatro futbolistas de primer nivel: Eliaquim Mangala (Oporto), Bacary Sagna (Arsenal), Fernando (Oporto) y Willy Caballero (Málaga).