En fútbol, el secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en luchar contra lo viejo sino en construir lo nuevo, y esta capacidad está en saber decidir el momento adecuado de la curva que distingue a los mejores gestores del resto. Los mejores son los que deciden cambiar la estrategia de un club justo antes de que la curva cambie de sentido. Ante la situación actual del Córdoba CF, muchos aficionados e incluso intuyo que estamentos del club se pueden preguntar: ¿Es buen momento para hacer autocrítica y decidir un cambio de estrategia antes de que la curva cambie de sentido? ¿Cómo actuamos el próximo año para no caer en los mismos errores y crear una plantilla que nos garantice el cumplimiento de los objetivos? ¿Qué perfil de jugadores fichamos para que se adapten de manera rápida al estilo de juego que queremos? ¿Fichamos jugadores para hacer un equipo o para hacer un grupo? (no es lo mismo hacer un buen equipo que firmar a un grupo de jugadores). Cuando se compone una plantilla es importante analizar el valor real del jugador que también se parece al ciclo de vida de un producto, hay siempre una curva creciente de 23 hasta los 27 años, otra estable hasta los 29 (rendimiento óptimo), y otra decreciente hasta los 34. Bien es cierto que independientemente de la edad, la filosofía a la hora de afrontar un partido debería ser: si me tienen que ganar que sea por talento no por esfuerzo.

Frente al Athletic, el Córdoba no mereció perder, especialmente en el primer periodo, tuvo esfuerzo pero le faltó talento, especialmente a partir de 3/4 partes hacia delante y en zona de finalización (ha materializado tres goles en los últimos ocho partidos). Pero en fútbol una cosa es tener buena voluntad y otra saber competir y gestionar el partido con talento, y en la alta competición se deben conjugar ambas cosas para ser competitivos.