Guardiola no desea más remontadas en los octavos de final de la Champions. Disfrutó de lo lindo con la del Barça pero no quiere sufrimientos ante el Mónaco, al que hoy le basta un 2-0 (nada que ver con lo del Camp Nou) para tumbar al Manchester City, que llega al principado defendiendo el 5-3 de la ida, un partido que los ingleses tuvieron perdido y al que lograron darle la vuelta de forma milagrosa.

Por eso recelan Guardiola y su equipo del bloque monegasco, líder de la Liga francesa (con tres puntos de ventaja sobre el PSG), finalista de la Copa de la Liga y el equipo más goleador de Europa, con 84 tantos (77 suma el Barça, 69 el Madrid o 60 el Bayern, por citar tres ejemplos). Y es que el conjunto que dirige el portugués Leonardo Jardim está haciendo una espectacular temporada, de juego y resultados. De hecho, el Mónaco solo ha perdido un partido de los 16 que ha disputado en este 2017: curiosamente, el del Etihad Stadium.

FALCAO, DUDOSO

Así que los monegascos llegan con la moral alta pero de forma moderada ya que tienen la duda de Radamel Falcao, su estrella y goleador, tocado físicamente, y con la sensible baja en defensa de Kamil Glik, el líder de la zaga, lo que intentará aprovechar el City, que se presenta con un Agüero enrachado: marcó dos goles en la ida y suma otros seis en los últimos cinco encuentros.

Así que el delantero argentino quiere mantener su racha ante el Mónaco, que curiosamente nunca ha quedado eliminado ante un equipo inglés. Un dato revelador que, sumado al hecho de que el City solo ha logrado una victoria fuera de casa en Europa en sus últimos seis desplazamientos, debe propiciar que los de Guardiola entren en el partido con los cinco sentidos porque un gol tempranero podría disparar todos los miedos entre los ingleses.

LA ARENGA DE GUARDIOLA

"Si no marcamos, quedaremos eliminados", sentenció Guardiola, convencido de que el Mónaco "es el mejor equipo del mundo para marcar goles". Por esta razón, quiere ver a sus hombres "con ganas de ganar desde el minuto uno", reclamó el técnico, que volvió a reiterar que no regresará al Barça: "Nunca volveré a entrenarlo".

Y es que el City de Guardiola lucha también contra su historia reciente porque la temporada pasada alcanzó por primera vez las semifinales de la Champions, cayendo ante el Madrid. Ahora quiere dar otro paso, aunque el reto es titánico.