Continuar en caída o marcar un punto de inflexión. Son las dos opciones, únicas, que tiene el Córdoba hoy en Lugo (18.00 horas) y, lógicamente, si mantiene la caída podría haber consecuencias en forma de decisiones desde la cúpula del club blanquiverde, que ya ha maniobrado en los últimos días en función de cómo puedan precipitarse los acontecimientos. ¿Se tomaría la decisión? Posiblemente dependería también de las formas, de la imagen que ofrezca el equipo durante el encuentro, pero no deja de ser cierto que este Córdoba se encuentra a tan sólo tres puntos del descenso y que un triunfo se ha hecho más vital que nunca.

Enfrente tendrá a un Lugo que maneja la mitad de ingresos que el Córdoba (casi 17 los blanquiverdes, algo más de ocho los blanquirrojos), aunque en el límite salarial anden de la mano, con apenas 500.000 euros de diferencia a favor de los blanquiverdes. Socialmente, goleada cordobesista, con más del triple de abonados que los gallegos, que a pesar de todos esos datos afrontan el encuentro como la oportunidad para regresar a puestos de eliminatorias de ascenso.

No será fácil, sobre todo porque se enfrentan, además de al Córdoba, al primer encuentro en el que no tendrán a uno de sus máximos baluartes ofensivos: Alfonso Pedraza está ya en Leeds, con los que los seis goles y ocho asistencias que dio el de San Sebastián de los Ballesteros en la primera vuelta tendrá que buscarlos Sampedro, entre varios, en otro cordobés, Fede Vico. El ex del Anderlecht ya se estrenó como goleador la pasada jornada, logrando el tanto de la igualada en La Romareda en tiempo de descuento. No está en su mejor momento de forma aún, pero la calidad del exblanquiverde es indiscutible.

Un problema para Carrión se centra en otro ex, Joselu, al que diversos equipos de Primera le pretenden (Málaga sobre todo) debido a que lleva 15 goles y lidera la tabla de realizadores de plata. Detrás de él, un Campillo que renovó recientemente, con Iriome por la derecha y un doble pivote que roza el mito en Lugo: Pita y Seoane. El primero, recién recuperado de una lesión que le ha tenido apartado tres semanas, fue sustituido por Sergio Gil, mientras que en el centro de la defensa el técnico gallego deberá buscar relevo a Marcelo por su sanción.

Lo mejor que se puede decir de este Lugo es que apenas parece haber pasado el tiempo por él. Consigue ensanchar el campo y prueba siempre a hacer daño por dentro, continuando fiel a su idea de juego implantada hace ya años. Para colmo, a pesar de jugar siempre con un solo delantero, Sampedro tiene en la recámara a Pablo Caballero, Brayan Perea y al recién llegado Rolón. Una prueba de fuego más para la débil defensa blanquiverde, aunque lo cierto es que el Lugo sólo puede presumir defensivamente un poco más que los de Carrión.

El barcelonés debe cambiar la cara por completo a este alicaído Córdoba, al que la semana le ha puesto una cara más gris con el triste cierre de mercado invernal y las sanciones de sus dos únicos delanteros más la del centrocampista Edu Ramos.

La premisa inicial marca que los blanquiverdes han de mejorar en defensa muchísimo y que la aspiración esta tarde, en un Anxo Carro con lluvia y rachas de vientos de hasta 100 kilómetros por hora, es dejar la portería a cero. Puede que Carrión decida reservar a Bijimine dado que viaja con un solo pivote defensivo, mientras que Bíttolo podría estrenarse en el lateral zurdo. También es una incógnita el esquema que plantee Carrión, ya que después de varias jornadas con el 1-4-1-4-1 pasó ante el UCAM al 1-4-2-3-1. No parece que el catalán estudie un 1-5-3-2, con carrileros como Antoñito y el argentino y la posibilidad de centrales como Cisma o Caro.

Luso es fijo por delante de la defensa, así como Pedro Ríos en una de las bandas y Juli en punta de ataque (a pesar de llevar a Moha en la expedición). También Javi Lara tiene muchas opciones, aunque la duda es si el montoreño actuaría por dentro o en banda izquierda.

Muchas dudas y decisiones en el aire que quedarán resueltas esta tarde en el Anxo Carro a partir de las 18.00 horas, escenario en el que el Córdoba, entre agua y viento, deberá mostrar su particular ciclogénesis futbolística para evitar el fiasco.