No tocaba, en zona mixta y tras una sufrida victoria ante el Real Oviedo, pensar en la visita a Montilivi. "Ahora vamos a tomarnos unas cervezas. ¿Te invito?", dijo ayer entre risas Deivid tras un partido en el que "nos ha pasado de todo, pero el equipo ha demostrado que sabe sufrir", pero "bendito sufrimiento con este resultado". Así, con una defensa inédita "casi me quedo ronco. Había que ayudar a Abel y para Rafa y Albert entrar con el partido iniciado es más complicado en defensa. Es importante que sumemos todos porque son 42 jornadas". Así, "la famosa frase de plantilla corta sigue demostrando que no es así, que por muy corta que seamos la gente da la cara y se puede tirar del filial".

Más parco fue Nando, poco amigo de hablar en público y con todo lo que tenía que decir ya dicho en el campo.