El Celta, con una goleada (3-0) sobre un mermado Rayo Vallecano, que jugó desde el minuto 10 con uno menos, volvió a reclamar el primer puesto de la Liga BBVA, con los mismos 6 puntos que un gris Barcelona y dos más que el Real Madrid, que en la segunda jornada cerró de forma contundente el debate sobre su falta de gol, ante un débil Betis (5-0).

Seis días después de acostarse líder, el equipo del "Toto" Berizzo regresa a esa posición gracias a su mejor diferencia de goles sobre el Barcelona. Suma ya cinco tantos frente a los dos únicos de un conjunto azulgrana que está encontrando más dificultades de las esperadas en el inicio del curso.

Volvió a tener todo de cara, no obstante, el Celta que, si el pasado domingo, se encontró con la expulsión de un rival -el levantinista Simao Mate- en el minuto 5, ante el Rayo no necesitó más que diez minutos ver cómo era expulsado el portero Toño, por derribar al danés Daniel Wass en el área. Marcó el penalti Nolito, convertido en bigoleador en la segunda mitad, ayudado en su disparo por un defensa rayista, y completó la cuenta Andreu Fontás, en el 88.

El Barcelona tiene también seis puntos, pero el equipo de Luis Enrique da la impresión de sacar adelante sus encuentros con más sufrimiento que juego, de ganar tiempo a la espera de recuperar efectivos.

Ante el Málaga, el único rival al que no logró marcar en los dos partidos de la pasada temporada, no le bastó con el regreso de Neymar para recuperar la alegría en su juego.

84 días después, tras superar el brasileño las paperas que le apartaron de la Supercopa y del arranque de la Liga, volvió a reunirse el MSN (Messi-Suárez-Neymar), el tridente más goleador de la historia -122 tantos el curso pasado- pero ni así.

Tras intentarlo todo, después de que Messi volviese a quedarse en blanco otro partido, fue un defensa; el belga Thomas Vermaelen el que desatascó el ataque del Barcelona, que pese a su aplastante dominio llegó a temer por el resultado hasta el último minuto, cuando el brasileño Charles falló un claro remate frente al meta Claudio Bravo.

En el Bernabéu, mientras, James Rodríguez, se encargó de acabar con cualquier debate sobre la falta de gol de su equipo. El colombiano, suplente en la primera jornada, fue el protagonista de los mejores momentos de su equipo.

Abrió la exhibición a los dos minutos, con un precioso pase al área que remató de cabeza el galés Gareth Bale. Convirtió un escorado libre directo en el segundo tanto de su equipo (m.39), participó en el tercer gol anotado por Benzema (47) y completó su aportación ofensiva con una acrobática chilena en el área, tres minutos después.

Junto a James, los otros triunfadores de la noche fueron Bale, que abrió y cerró la cuenta madridista (minutos.2 y 89) y el portero costarricense Keylor Navas, que reivindicó su condición de titular cuando aún se especula con el posible fichaje de David de Gea.

El Bernabéu, que ya coreó el nombre del "tico" en la primera mitad, reconoció el mérito de Navas después de que éste detuviese un penalti a Rubén Castro, tras el descanso.

Con miras bien distintas, abrieron la sesión del sábado la Real Sociedad y el Sporting, que sumaron un nuevo empate sin goles, aunque con distinto ánimo, porque lo que en los de David Moyes se adivina como falta de acierto, en el equipo asturiano no es sino la confirmación de que, en Primera, puede aplicar la fórmula que le valió el ascenso meses antes.

Con un equipo joven e inexperto, sin posibilidad de hacer más fichajes que las cesiones que lleguen a coste cero, Abelardo ha conformado un grupo que tiene muy claro que su éxito depende del esfuerzo.

Lo logró en la Liga Adelante, donde no encajó más que 27 goles en 42 partidos, y, en la Liga BBVA, de momento, ha salvado un complicado comienzo con un punto ante el Real Madrid y otro en Anoeta, donde los aficionados realistas aún esperan que el brasileño Jonathas active su juego ofensivo.

El partido ofreció, además, el regreso a Asier Illarramendi al estadio donde creció como futbolista y el debut de Halilovic en Primera. Illarra no ha necesitado más que unos días para quitarse la capa gris que le envolvió en Madrid y volver a sentirse importante. El croata, proyecto de gran jugador, ya ha podido comprobar que tendrá un duro aprendizaje en Gijón, donde sin sudor no hay recompensa.