Continúe o no en el cargo la próxima temporada -extremo que desvelará esta noche, tras el encuentro ante el Girona-, Carrión mantuvo ayer en sala de prensa el mismo talante de las últimas semanas, lejos de actitudes sobrehumanas que se intentan transmitir desde la planta noble o de impermeabilidad ante las opiniones ajenas. El catalán explicó sobre las valoraciones de final de temporada que «hace un tiempo hablé aquí unas cosas que se malinterpretaron» y por las que gran parte de la afición se sintió molesta. «Lo primero que dije es que había que respetar lo que todo el mundo opinara, callar y trabajar, que es lo que he hecho. No soy una persona que tenga una gran experiencia con medios de comunicación, sí que he jugado y demás, sé que es difícil», reconoció el técnico blanquiverde. «Muchas veces ves cosas que no te gustan», admitió`, aunque también afirmó que «Dios me libre de quitarle la razón a nadie y lo que sí intento siempre es dejarme todo por este escudo. Siempre. Desde que he jugado, de segundo, como ayudante, en el filial, siempre he trabajado 100% para intentar que todo salga bien para el Córdoba. Nunca para un beneficio personal», insistiendo en más de una ocasión en su «lealtad al escudo». «Creo que un entrenador, lo que tiene que hacer es trabajar y, luego, ya hay quien tiene mejor prensa, en función de los resultados».

Además, Carrión se remitió en más de una ocasión a la rueda de prensa posterior al encuentro de hoy para explicar cuál va a ser su futuro. «Intentaré expresarme de la mejor manera posible mañana, después del partido», comentó, aunque adelantó, al igual que en las jornadas precedentes, que «la temporada no ha sido buena. Creo que no hay que sacar mucho pecho por los últimos números. Si queremos ser grandes, hay que pensar en grande, desde la humildad», aconsejó el preparador cordobesista, que recordó que «salvarse no es para celebrarlo. Luego, los condicionantes durante la temporada te hacen estar ahí abajo. Y ahora hay que analizar qué ha ocurrido. Hacer las cosas bien para intentar estar ahí y hay que tener autocrítica y aceptar lo que la gente opine».

Finalmente, señaló al Girona y al Levante como «espejos» en los que mirarse.