Otra vez El Arcángel crispado. La afición no ve ganar a su equipo desde el pasado 24 de septiembre y eso lo quiere cambiar Luis Miguel Carrión. «Quiero conseguir los tres puntos mañana (por hoy) y que cambie todo esto, que la gente se vaya feliz. Tenemos la posibilidad con nuestro juego, nuestra actitud, hacer que gente que es normal que esté defraudada con el equipo cambie su opinión poco a poco».

Y es que el técnico entiende que «ser el peor local es por deméritos nuestros. A pesar de partidos buenos, muchos equipos se han ido con puntos por cometer errores. Hay que cambiarlo. Si queremos salir de la situación en la que estamos, que es el descenso ahora mismo, hay que hacer cosas en casa, hay que ganar. A cualquiera. Las estadísticas están para romperlas».

Empezando por hoy, cuando el preparador cordobesista confía en que haya un buen ambiente por el número de entradas colocadas tras la política del club. «Hay bastantes entradas vendidas. Un ambiente bueno, de apoyo, se han llenado fondos y preferencia y, sobre todo, que hagamos disfrutar a la gente».

Porque a nadie escapa que se trata de un encuentro clave ante el Alcorcón. «La realidad es que es un partido muy importante. Tenemos que sacar los tres puntos. Hay que acabar con las dinámicas negativas. Esperemos que sea un punto de inflexión para salir de la situación en la que estamos que es mala».

Un encuentro, además, con cierto aire de revancha ante el conjunto alfarero, que apeó al Córdoba de la Copa del Rey en el comienzo de esta crisis que atraviesa el conjunto blanquiverde. «Ese partido nos hizo daño. Podíamos haber llegado al descanso con más goles. En la segunda no estuvimos tan bien. Luego había dos salidas difíciles: Girona, Tenerife… Pero fue el primer partido en el que empezamos a meternos en esta situación. Los tenemos estudiados. Queremos ganar. Nos tendría que dar igual el rival, pero el Alcorcón lo tenemos cerca y con posibilidad de acercarnos más todavía».

MALAS INTERPRETACIONES

Por otro lado, Carrión rehusó hacer valoraciones sobre el despido de Emilio Vega. «Hace dos semanas me expliqué en una cosa no deportiva. Me expliqué yo mal o se me entendió mal y no era luego fácil ver cosas que se han dicho. Dije algo sobre el ambiente y no me refería a eso, me refería a que había que alabar a los jugadores a pesar del ambiente externo que había, pero se me dijo que yo había dicho que la afición tenía la culpa de la derrota, nada más lejos de la realidad. No quise decir nada de eso. No voy a hablar de nada extradeportivo porque, a día de hoy, yo me explicaré mal o se me entenderá mal, pero no quiero que se saque nada de contexto. Aquel comentario fue duro. Dicho esto, aprecio a Emilio. He trabajado a gusto con él».