La ciudad de Cardiff, escenario de la final de la Liga de Campeones entre Juventus y Real Madrid, ha implementado un fuerte dispositivo de seguridad antes del partido hoy.

Menos de dos semanas después del atentado terrorista de Manchester, que dejó 22 muertos y 64 heridos, la capital galesa, donde se esperan más de 200.000 aficionados, se ha blindado en el que, según informan fuentes policiales, será el mayor operativo de seguridad desde la Cumbre de la OTAN de hace tres años.

El Millenium Stadium, sede de la final, ha cancelado las visitas guiadas y permanece rodeado de policía y de muros de hormigón para evitar ataques con camiones o vehículos de gran tonelaje.

Además, muchas de las carreteras aledañas al recinto permanecerán cortadas hasta varias horas después de la final, al igual que muchos de los accesos al centro de la ciudad y numerosos parques de la zona.

La policía también está presente en el río Taff, que pasa junto al estadio, y en la bahía de Cardiff, con patrullas a bordo de barcos.

Ante la llegada de cerca de 200.000 aficionados a Cardiff, la UEFA ha informado de que se mantendrán las zonas habilitadas para los seguidores (‘fan zones’), aunque no está prevista la transmisión del partido en una pantalla gigante.

Seis policías nacionales viajan a Cardiff para colaborar con la policía galesa en la seguridad de la final. Los agentes españoles patrullarán para atender a los aficionados madridistas.

Los seis policías vigilarán especialmente la zona habilitada para los seguidores del Real Madrid desplazados a Cardiff para asistir al partido, sobre todo para ayudarles en caso de robo o pérdida de documentación.

Además de este dispositivo en Cardiff, y en caso de que el Real Madrid se haga con su duodécima Copa de Europa, la Policía ha previsto el despliegue de 500 agentes en Madrid para las posibles celebraciones la noche del sábado y el domingo.

Efectivos de la Unidad de Intervención Policial -los antidisturbios-, de caballería, guías caninos, de la Unidad de Prevención Rápida (UPR) de Madrid, la Brigada Móvil y helicópteros integrarán este operativo que completa el gran despliegue policial que la Delegación del Gobierno en Madrid ha preparado para este fin de semana.

El Santiago Bernabéu abrirá sus puertas para que sus aficionados puedan ver el encuentro a través de pantallas de vídeo, por lo que habrá controles en los accesos al campo y restricciones de tráfico en la zona y una presencia policial similar al de los partidos que se celebran en el estadio. Además se prohibirá la circulación de vehículos de más de 3.500 kilos por las zonas de más concentración de aficionados.