Miles de cordobeses siguieron por toda la ciudad, y también en la provincia, el histórico duelo entre el Córdoba y el Real Madrid. Los bares se llenaron con aficionados y curiosos que querían disfrutar con un partido que hace solo unos meses era un sueño poder vivirlo.

En cada bar había de todo, aficionados de los dos equipos, dominaban los blanquiverdes, gente que parecía no decantarse por ninguno de los dos conjuntos y hasta clientes a los que parecía dar lo mismo lo que pasaba en El Arcángel.

El penalti inicial pilló a más de uno por sorpresa. Alguno se quedó con su trozo de lechón frito en el tenedor esperando a que Ghilas tirara la pena máxima, pues estaba con el alma en vilo. Un blanquiverde dijo: “Ahora se van a enterar de lo que es correr para ganarnos”. Otro aprovechó la ocasión para comentarle al dueño del bar: “Si ganamos, no pagamos”. El empate apenas se celebró, aunque un aficionado del Real Madrid no pudo reprimirse al cantarlo.

Estaba claro que ayer Córdoba era más blanquiverde que madridista.

La igualada no desanimó a unos aficionados que veían cómo el Córdoba plantaba cara al mejor equipo del mundo y hasta por momentos rozaba el segundo tanto.

El partido se fue calentando en la segunda parte y el ambiente en los bares también. La repetición del primer puñetazo de Cristiano provocó las protestas de más de uno que criticó al árbitro diciendo que “no lo has echado porque es Cristiano”. La expulsión del portugués la celebraron aquellos que empezaban a ver el empate como un resultado final.

Lo peor llegó con el penalti que le costó la derrota al Córdoba. Los más blanquiverdes se llevaron las manos a la cabeza y tardaron unos segundos en reaccionar, pues no acababan de creérselo. Algunos reconocieron la existencia de penalti, pero otros increparon al árbitro: “Ea, ya nos ha tenido que robar el partido”.

El tanto llenó de tristeza y decepción a todos los que ya veían al Real Madrid dejándose dos puntos en El Arcángel. Al ver el pitido final, la frustración del momento provocó que todos se marcharan a casa a toda prisa sin apenas comentar el buen partido firmado por el Córdoba.