POSITIVO

Las cifras no engañan, ¿o sí?

Los números blanquiverdes son inmaculados. Con tan sólo tres goles ha sumado 10 puntos en las últimas cuatro jornadas y un solo tanto más le hizo sumar los otros tres. Es decir, que con cinco delanteros y otros tantos defensas, el equipo ha optado por intentar por todos los medios acorazarse atrás, a pesar de la escasez de efectivos en esa zona. Razak se coloca en cabeza del trofeo Zamora y acumula varios cientos de minutos sin encajar un solo gol y el Córdoba se sitúa a tan sólo tres puntos del líder, Osasuna, y empatado a puntos con el ascenso directo.

Entrega y compromiso

No es una cuestión de garra, sino de entrega y compromiso. No se puede negar que este equipo ha empezado hacer bien lo poco que puede realizar. Y ante las claras limitaciones, tanto cuantitativas como cualitativas (en algunas zonas) ha tirado por el camino de la honestidad. "Esto sí podemos hacerlo y hasta donde nos lleve", parece decir el conjunto blanquiverde en cada una de sus apariciones. ¿Que posiblemente no será excesivamente lejos? Puede ser. Pero nunca se les podrá reprochar a los del verde que no pusieron todo.

Oltra, como los jugadores

El sábado, después del encuentro contra el Bilbao Athletic, Oltra no hizo sino reconocer lo evidente. Lo que hay es lo que hay y el valenciano está haciendo malabarismos para que el equipo, al menos, puntúe. Está jugando con cuatro centrales atrás, sin opciones a recambios, sin mediocentros creativos (rematada esa zona por el club), con algún jugador de banda que debía estar en el banquillo y con cambios en la pareja de ataque. Por ahora, poco más se le puede pedir.

NEGATIVO

Un baño... de realidad

El técnico aludió en la previa a los profesionales del fútbol, los mismos que saben que el que se mantiene arriba y obtiene éxito lo hace a través del fútbol, de buscar el control del juego, de mantener una propuesta. En definitiva, de ser en cierto modo protagonista. Y este Córdoba no lo es. El primer aviso se lo dio el Leganés; el segundo, el Alcorcón, y el tercero, este Bilbao Athletic que se diferenció de los dos anteriores en su bisoñez, tanto en línea defensiva, como en los últimos metros del ataque. Los que le propongan fútbol en el futuro no serán tan amables.

Ni por dentro ni por fuera

Siendo un juego contrapuesto a lo previsto y anunciado inicialmente, nada tiene que ver el 0-1 en La Romareda con el 1-0 ante el Bilbao Athletic. Allí, el equipo salía con relativa frecuencia por banda y, aunque solo fuera con tres pases, el Córdoba generó peligro. Oltra hizo un cambio en el doble pivote ante los vizcaínos y este se hundió, reculó y metió a la defensa en el área propia, lo que obligó a las bandas a trabajar aún más atrás. La posibilidad de salir a la contra, imposible. Hacerlo con el balón controlado se convierte en una quimera.

Apretar hasta diciembre

No le queda otra a Oltra y a su grupo. Que les respeten las lesiones para mantener un ritmo de puntuación lo suficientemente alto como para estar en el grupo de pelea de los puestos nobles. Y en enero... Dios dirá. Mientras, este Córdoba deberá discutir el resultado con equipos que por ahora tienen poco fútbol, como Zaragoza, Osasuna o Ponferradina, y sufrir con los que quieren manejar el control del juego. Los números no siempre serán buenos y la caligrafía es muy deficiente.