Los últimos movimientos del mercado veraniego empiezan a perfilar la plantilla final del Córdoba. Rafael Gálvez firmó ayer a primerísima hora el contrato que le vincula al conjunto blanquiverde para las dos próximas temporadas. Posteriormente, pasó el reconocimiento médico y se unió a su equipo de siempre (menos un año) a las órdenes de José Luis Oltra. El pivote defensivo ya jugó también como central e incluso lateral zurdo en el Elche a las órdenes de Escribá y, al menos ayer, lucía el dorsal número 14, que acababa de dejar en la taquilla Bernardo Cruz. El central se marchó al Sevilla Atlético, como informó este periódico, aunque no en calidad de cedido, sino tras desvincularse del Córdoba y firmar por un año con el segundo equipo sevillista.

Desde allí, las noticias que llegan son algo inquietantes en lo que se refiere a Juan Muñoz. El club ve con buenos ojos su marcha al Córdoba, por encima de otros destinos a priori mejores, pero el jugador duda en ir a Primera o llegar a El Arcángel. Además, mantiene un pequeño contencioso con su club en base a una posible prolongación de contrato. El caso es que dichos inconvenientes pueden terminar por romper las posibilidades de que el delantero vista como blanquiverde, entre otras cosas porque Oltra reconoció el trabajo de pretemporada de Arturo y el club tiene en cuenta ese pensamiento del entrenador.

En lo que se refiere a Stankevicius el panorama parece mejor, tanto, que no sería descartable que llegara a Córdoba mañana o pasado. Firmaría por una temporada con otra opcional por objetivos y con él la entidad blanquiverde valora la posibilidad de cerrar la plantilla. Esto es, fijar como posición principal del lituano la del lateral derecho, mantenerse con tres centrales y disponer de hombres como él, Gálvez y hasta Luso como centrales eventuales en caso de que la competición lo requiera. El club sigue con la idea de plantilla corta.