El presidente de honor del Bayern, Franz Beckenbauer, no pudo contenerse al término del partido y tiró contra Pep Guardiola por no haber conseguido hacer daño al Madrid en el Bernabéu pese a haber monopolizado el balón durante buena parte del choque. El principal ejecutivo del club alemán, el también exjugador Karl-Heinz Rummenigge, intentó inmediatamente después apagar el fuego de las críticas al juego del cuadro bávaro al tiempo que comenzaba a abonar el terreno para que el ambiente en 7el Allianz Arena sea lo más hostil posible para el equipo blanco el martes que viene.

"Me levanté en la tribuna después del 1-0 y no tuve la impresión de que la gente del Madrid estuviese contenta. Saben lo que les espera. Tenemos una cualidad en nuestra casa. Recuerda al infierno. Va a haber más de 70.000 espectadores detrás de nosotros. En Múnich se van a quemar todos los árboles. El partido de Dortmund va a resultar agradable en comparación con lo que les aguarda", dijo, micrófono en mano, el director general del Bayern durante la cena con los jugadores, el cuerpo técnico y los patrocinadores que tuvo lugar después del encuentro.

A su derecha estaba Pep Guardiola, a quien lo dicho por Beckenbauer no le había pillado de sorpresa. No era la primera vez que El Kaiser se quejaba. "La posesión no significa nada cuando el rival tiene sus oportunidades. Podemos estar contentos de que el Real Madrid solamente nos marcara un gol", dijo tras el encuentro. Ya ha advertido varias veces que el juego del Bayern acabará aburriendo. Buena parte de la prensa alemana se mostraba ayer de acuerdo con él. "73% de posesión, pero ninguna oportunidad real de gol", se decía en Kicker. "La posesión del balón pone en apuros al Bayern", tituló el Süddesustsche Zeitung.