El Barcelona viaja a Bilbao, donde hoy se mide al Athletic Club en el estadio San Mamés, sin el centrocampista Andrés Iniesta, aquejado de unas molestias musculares, pero con el defensa Jordi Alba, que ya se ha recuperado de la sobrecarga en el aductor que le ha tenido las dos últimas semanas de baja.

Iniesta no se entrenó ayer tarde con el resto del grupo a causa de una sobrecarga en el recto interno de la pierna izquierda, según han informado los servicios médicos del club barcelonés.

Tampoco se ejercitó el defensa Thomas Vermaelen, con unas molestias en la cadera derecha, aunque el central belga apenas entra en los planes de Ernesto Valverde. Ambas bajas se unen a las de los lesionados Ousmane Démbéle y Rafinha Alcántara.

Valverde ha completado la lista con los 18 jugadores disponibles del primer equipo -Ter Stegen, Cillessen, Semedo, Sergi Roberto, Jordi Alba, Digne, Piqué, Umtiti, Mascherano, Sergio Busquets, Rakitic, André Gomés, Paulinho, Denis Suárez, Messi, Deulofeu, Luis Suárez y Paco Alcácer- y dos futbolistas del Barça B: el defensa David Costas y el centrocampista Oriol Busquets.

Valverde no se fía de la crisis por la que atraviesa el Athletic Club, su exequipo, y del que ha dicho que «siempre le cuesta arrancar las temporadas».

«No es nuevo que el comienzo les cueste (solo han sumado 11 puntos en las 9 primeras jornadas), porque tienen que asumir tres competiciones, pero acabarán bien», ha opinado Valverde, quien ha pedido «tiempo» para que calen las ideas de su amigo y sucesor en el cargo, José Ángel ‘Cuco’ Ziganda.

INTENSIDAD / Valverde ha recordado que el conjunto bilbaíno es «muy fuerte» en San Mamés, donde mete «mucha intensidad» al juego. «Allí el público empuja mucho y sabemos que no se entregan nunca y tiene un gran espíritu», ha apostillado.

El preparador extremeño ha reconocido que las estadísticas no están a su favor como entrenador visitante en Bilbao, donde siempre ha perdido.

«No es la primera vez que juego contra el Athletic. No es nuevo. Es un partido de fútbol, lo emotivo hay que dejarlo a un lado», ha comentado Valverde.«Cuando estaba allí me motivaba mucho enfrentarme al Barcelona, era un clásico de la Liga, un partido que todo el mundo quería jugar. Ahora, estoy en el otro lado, y sé que tenemos que empujar lo mismo que empujan ellos y no dar nunca nuestro brazo a torcer».

El Nuevo San Mamés es el único estadio de España donde se pita a Iniesta, una circunstancia sobre la que Valverde prefiere no opinar: «Cuanto más se hable de esto, más sucede lo contrario. Hay jugadores a quienes también se les pita en otros estadios y al final juegan bien. Ellos están por encima de estas cosas».