El clásico pertenece ya a la historia. Para Luis Enrique, también. Hay partidos que trascienden. Y el 0-4 del Bernabéu quedará para siempre como el recuerdo del Barça de los centrocampistas, el doblete de Suárez, las venenosas picaduras de Neymar y, sobre todo, por la tarde en que Iniesta, "un patrimonio de la humanidad", según el técnico asturiano, abandonó Madrid ovacionado, convertido en el símbolo del triunfo de un estilo. Pero Luis Enrique no tiene tiempo para detenerse en tan memorable goleada. Aguarda el Roma y, sobre todo, la necesidad de conquistar el primer puesto en la Liga de Campeones para tener la vuelta de los octavos de final en el Camp Nou. "Hemos hecho muy buenos partidos la pasada temporada, hicimos mejores. Pero es contra el Madrid y en su estadio, por eso adquiere mayor notoriedad", ha explicado Luis Enrique. "Hace unos meses ya dije que el halago debilita", ha sentenciado el técnico, quien confía en que el equipo italiano "juegue más abierto en el Camp Nou" .

Huir del halago, esa es la consigna que ha lanzado el jefe a sus jugadores, para no dejarse arrastrar por esa ola de elogios que ha provocado un resultado que se mide desde el sábado en los libros de historia y no en la clasificación. Y la plantilla lo entiende a la primera. "El equipo es suficientemente inteligente para saber que no hemos conseguido nada", ha aseguradoLuis Enrique. No han ganado nada (tienen cuatro títulos y buscarán en diciembre el quinto con el Mundial de clubs), pero sí tienen un título honorífico, un 0-4 que los corona a todos. "El equipo es consciente de que para ganar títulos hay que ser muy bueno defensivamente. Muy bueno, diría yo", ha añadido el técnico. "Que el partido acabara como acabó no quiere decir que todo sea perfecto. Hay muchísimas cosas para mejorar".

LA PORTERÍA A CERO

Y el Barça lo es. No solo deslumbró en el Bernabéu por su capacidad ofensiva (cuatro goles) sino por su fiereza defensiva, sostenido siempre por las prodigiosas manos de Bravo. En el último mes, el equipo de Luis Enrique solo ha recibido un gol en siete partidos. Pero esa profunda mejora en la estructura defensiva del Barça se aprecia aún más con claridad cuando se comprueba que lleva los últimos 450 minutos (Villanovense, Getafe, Bate, Villarreal y Madrid) con la portería a cero. Y todo sin Messi. Con Suárez y Neymar, pero sin Messi. Con Iniesta y Busquets, pero sin Leo, que volvió en el clásico para jugar media hora con el partido liquidado."Ví a Leo muy bien en el Bernabéu, es una alegría para los culés ver al mejor en el campo", ha enfatizado Luis Enrique, feliz como el barcelonismo por disfrutar del "mejor", esa fue su definición, jugador del mundo. Sin Messi, el Barça sometió al Madrid a una humillación. "Ahora solo falta cargar las baterías y las piernas para volver a disfrutar de Leo".

NEYMAR, ESCUELA BARÇA

Tras recordar que su relación con Leo es "buena", mitigados los desencuentros que tuvieron en sus primeros meses de convivencia, Luis Enrique ha querido detenerse en Neymar, el pichichi de la Liga con 12 tantos, uno más que Suárez (11). "Ya es uno de los grandes Ney. Su calidad, su personalidad, su ambición... Es un descubrimiento, está totalmente identificado con el Barça, muy interiorizado en toda la escuela del Barça. Es un jugador brasileño que trae alegría al vestuario", ha sentenciado el técnico tras descartar a Mascheranopara el duelo del Roma. "Tiene un golpe muy fuerte, es un jugador clave", ha argumentado Luis Enrique para no correr riesgos con el Jefecito, uno de los jugadores que mayor carga de minutos y esfuerzo lleva. Tanto con el Barça como con la selección argentina.

Sin Mascherano en el once, se abre, quizá, una puerta para Bartra, el quinto central para Luis Enrique. Así lo considera el técnico, a pesar de que no lo haya dicho abiertamente, pero con sus decisiones lo deja claro. "Sí, he hablado con él", se ha limitado a contestar cuando le preguntaron si dialogó con el defensa de la casa después de haberlo descartado para el clásico. Habló, pero no dio detalles el técnico.