El gol tuvo tanto suspense como emoción. Y belleza. En una jugada de contragope, ejecutada con una precisión soberbia, el Barça femenino abrió la puerta de su paraíso. Ubicada en el carril del ocho, Alexia Putellas oteó el horizonte y descubrió como Vicky Losada cabalgaba en solitario por la banda izquierda. Lo mejor, sin embargo, estaba por llegar. La manera en que Jenni Hermoso, una zurda llena de talento, acomodó su cuerpo para golpear el balón con la derecha, Tocó la pelota en el poste izquierdo de Musovic, la portera del Rosengärd, y traspasó con tiento y diríase que hasta con mimo la línea de gol. Era el 1-0, la puerta para las semifinales de la Champions femenina, luego abiertas de par en par por otro excelente gol de Mariona.

En semifinales les espera el París SG. "Es un equipazo, pero soñar es posible", ha advertido Xavi Llorens, mientras los gritos de euforia de las jugadoras inundaban las entrañas del Mini. "La euforia del vestuario es increíble", ha reconocido el entrenador, con rostro serio, incapaz de transmitir con su figura la alegría que le embargaba. "Sí, estoy contento. Hace 11 años, era impensable que el Barça femenino ganara una Liga. Y llevamos cuatro. Hace 11 años era imposible pensar en unas semifinales de la Champions y aquí estamos. Aunque no lo parezca, estoy muy contento. Muy feliz", ha dicho el entrenador azulgrana.

MALA PRIMERA MITAD

Sí, resultó ser un equipo fiel al modelo de Cruyff. Jugó con un 3-4-3 Xavi Llorens, aunque usó las carrileras para sacudir el entramado defensivo de las suecas. Jugó con calma, tuvo la pelota cuando más lo necesitó para defenderse con ella y luego pegó un par de extraordinarios zarpazos para rubricar su ascensión a una montaña jamás conquistada: estar entre los cuatro mejores equipos de Europa. Pero costó mucho. "Nos han dominado en la primera parte, ofensivamente no hemos hecho nada", ha reconocido Llorens, dolido porque el Barça no sabía articular tres pases seguidos. En la segunda mitad, todo cambió.

Ni siquiera Marta, dueña de cinco Balones de Oro, como Leo Messi, aunque la brasileña ya no es lo que era y no pudo hallar respuesta para el sólido partido del Barça femenino, capaz de adecuarse a lo que reclamaba cada momento. Indestructible atrás, sostenido por las manos de Sandra Paños, fiero en el eje central con un trio de centrales sensacional (Ruth García, la danesa Line Roddik, y Marta Torrejón). Pero también los partidos se ganan desde la defensa. "No era el partido que quería, pero también sufriendo se puede ganar", ha dicho Llorens, quien agitó tácticamente al equipo en la segunda mitad, unido a la aparición en los minutos finales de "Bárbara y Mariona, que son muy verticales y desequlibrantes".