Si el Córdoba hubiera estudiado previamente una forma ideal de afear un 2014 inolvidable, no lo hubiera podido hacer mejor. El conjunto blanquiverde salió goleado del Camp Nou, estadio al que acudió para enfrentarse a un Barcelona que planteó el encuentro como si de un entrenamiento serio se tratara. Y la prueba azulgrana no le pudo salir mejor, entre otras cosas porque el sparring estaba por la labor de no molestar al campeón ni tan siquiera si éste se mostraba por momentos fijo en el cuadrilátero, aburrido o cansado mentalmente. Baste, como ejemplo, el cuarto gol azulgrana, en el que Messi fusila por la escuadra desde el punto de penalti y, posteriormente, abre los brazos, sonríe y hace un gesto como casi de pedir perdón. Pero sería injusto resumir en ese detalle, en ese gesto o en el último cuarto de hora la goleada local. Esta sobrevino porque el Córdoba cambió en los últimos 20 minutos el statu quo de entrenamiento serio del rival por una pachanga de solteros y casados. Y el conjunto azulgrana no es que no quisiera, es que es incapaz de rebajar un encuentro de competición liguera (hay que recordárselo a algunos) hasta ese nivel. Amigos sí, pero compadres no, pareció decir el Barça, que a los 72 segundos ya se había puesto por delante en el marcador.

Así que con 1-0 en el electrónico era momento para valorar que Djukic había apostado por un encuentro ultradefensivo, con Ekeng actuando de teórico mediapunta, con Borja en la izquierda y Cartabia, que regresaba, en la derecha. El 4-5-1 o 5-4-1, según fases, aportaba cierta tranquilidad a los blanquiverdes, ya que el Barcelona tampoco estaba por la labor de plantear un encuentro excesivamente competitivo. Se trataba de mostrar cualidades ante un entrenador cuestionado por el entorno y respaldado por la presidencia, no de actuar como si de un duelo de Champions se tratara. Y los tres puntos ya estaban en el bolsillo.

En ese escenario amigable, los de Luis Enrique continuaron en la línea de lo que han hecho desde hace un lustro. No se puede señalar que este equipo tenga tal ocasión clara por una parada del portero rival o por un balón al palo: el peligro sordo continúa siempre ahí, latente. Mucho balón rondando el área, buscando más que el error rival, el acierto propio al intentar conectar con Luis Suárez, la incorporación de Jordi Alba o la llegada de Iniesta. Eso, sin hablar de Leo Messi, desaparecido durante todo el partido, pero al que el Córdoba se empeñó en hacerle brillar en los últimos 10 minutos del mismo.

En ese armisticio de la primera parte, el Córdoba tuvo incluso un par de llegadas u ocasiones, sobre todo porque Ghilas se empeña en pelearse con todos, incluidos sus propios compañeros. El argelino es el único que parece resistirse al sino que le espera a este Córdoba (salvo milagro) y planteó su partido, peleando como siempre, intentando robar en mitad del campo para irse en vertical buscando la portería rival. Lo hizo a mitad de ese primer acto, pero se topó con el lateral de la red.

Fue lo único destacable de este Córdoba que entre un jugador que es de Primera, otro que se lo cree pero debe demostrarlo y algún otro que se mostró excesivamente acomplejado, salió indemne en esos primeros 45 minutos, ya que el enemigo anduvo pensando en las vacaciones. Luego, en el segundo acto, se demostró que el Córdoba pensaba incluso más que el rival en el asueto navideño.

"¡Uf, tienes una cara de maleta que no puedes con ella, monstruo!". Lo dijo Rafa Berges como técnico blanquiverde en la previa de un duelo ante el Recreativo en el que incluso le cantaron que se fuera. Ayer, después del descanso, el Barcelona se enfrentó al Sansonite FC.

Porque el guión blanquiverde siguió siendo el mismo: dejar discurrir el encuentro para que el conjunto azulgrana, por inercia, colara uno, a lo sumo dos goles más. Una derrota honrosa en un escenario monumental ante un rival multicampeón (aunque jugara andando, pero eso se ve que no cuenta); nada de poner dificultades, mucho menos de tensionar el encuentro: además de las faltas, algo que se le recordó a Djukic en sala de prensa (cuatro realizadas por su equipo), ni cartulinas amarillas, ni un gesto feo del público al equipo visitante... Nada.

Pero el Córdoba pensó que el palo de Rakitic poco después del segundo gol local, llegado tras un despiste en el centro del campo que Iniesta aprovechó para que finalmente Luis Suárez estrenara su cuenta goleadora en Liga, era la respuesta definitiva a la mano tendida que le puso a los azulgrana desde el primer minuto. Y probablemente pudo ser así, pero el gran daño para los blanquiverdes es que bajaron el nivel por debajo, incluso, de un amistoso, de un entrenamiento serio. El Barça no pasó por ahí. Tanto es así que anotó de estrategia (sí, de estrategia, no era el Atleti) tras falta de Xavi rematada por Piqué de cabeza. Luego, también. Saque de esquina, error en cadena visitante y Messi, casi pidiendo perdón, fusilaba. Y finalmente, Messi, de nuevo, anotaba el segundo de su cuenta después de recorrer dos kilómetros en 90 minutos.

Se cerraba así una goleada de escándalo, realizada andando y sin ninguna intención inicial por parte del vencedor. Simplemente ocurrió que el Córdoba planteó un encuentro amistoso, tendiendo la mano al rival y este le respondió de una manera diferente a la esperada por el Córdoba y, además, casi sin ganas: Venga esa mano, Córdoba.

Estadio: Camp Nou

Asistencia: 60.066 espectadores, medio millar, cordobesistas.

Terreno de juego: Perfecto.

CÓRDOBA: (1) Juan Carlos, (33) Campabadal, (12) Iñigo López, (2) Pantic, (3) Crespo, (10) Fede Cartabia, (15) Deivid, (6) Luso, (18) Borja García, (5) Ekeng y (14) Ghilas.

Cambios: (29) Pinillos por Iñigo López en el 59', (7) Rossi por Luso en el 71' y (19) López Silva por Borja García en el 75'.

BARCELONA: (13) Claudio Bravo, (2) Montoya, (3) Piqué, (14) Mascherano, (18) Jordi Alba, (5) Busquets, (4) Rakitic, (8) Iniesta, (9) Luis Suárez, (10) Messi y (7) Pedro.

Cambios: (6) Xavi por Rakitic en el 64' y (12) Rafinha por Iniesta en el 75'.

LOS GOLES: 1-0 (1') Pedro fusila a Juan Carlos tras un pase de Rakitic.

2-0 (52') Luis Suárez supera a Juan Carlos por bajo y dentro del área tras un despiste en el centro del campo cordobesista.

3-0 (79') Piqué cabecea una falta lateral botada por Xavi.

4-0 (81') Messi fusila tras un error defensivo a la salida de un córner.

5-0 (90') Centro de Jordi Alba que remata Messi.

EL ÁRBITRO:

Mateu Lahoz (C. Valenciano)

Su primer partido, de alevines, tuvo más complicaciones. Amonestó al local Busquets (65').