De nuevo Bale, otra vez Bale, el único integrante de la BBC disponible, rescató al Madrid en San Sebastián con un gol en el minuto 80 para darle un triunfo agónico (1-0) que permite al equipo blanco mantenerse en la lucha por el título. Un soberbio cabezazo del jugador galés cortó de raíz la angustia de un conjunto que volvía a salir líder de Anoeta en un encuentro dominado por el equipo de Zidane, que se topó con un Rulli sensacional bajo los palos.

De principio a fin, la figura de Bale se elevó por encima del resto. Nadie estuvo al nivel de un jugador decidido a justificar los 101 millones que costó y que ante la Real asumió el mando en el segundo partido sin Cristiano. Esa liberación le supuso al jugador galés tener un papel preponderante en el partido hasta decantarlo de su lado con una acción que domina a la perfección, el remate de cabeza.

SIN MEDIO EQUIPO TITULAR

Como sucedió en Vallecas, Bale desatascó al Madrid, le dio tres puntos de oro y cercenó las expectativas de los que ya veían al Madrid bajándose del tren de la Liga y entregando su último salvoconducto. Pudo suceder porque pese a la decidida apuesta por la Liga que pregonó Zidane el viernes por los altavoces de Valdebebas, el técnico francés decidió jugarse la Liga sin Carvajal, Pepe,Marcelo ni Kroos. Esas ausencias, junto a las de los lesionados Cristiano y Benzema, dejaban paso a una segunda unidad, con Danilo, Nacho, James y Borja Mayoral. Con todo eso, Zidane pensó que le alcanzaría para salir líder de Anoeta, un campo habitualmente hostil que en esta ocasión encontró una versión menos intensa de una Real Sociedad, que con todo hecho levantó el pie para dejarle el balón y el dominio al Madrid.

A punto estuvo de irse al garete el experimento porque, pese a contar con un Bale metido de lleno en su papel de protagonista, al Madrid le faltó claridad en los últimos metros. Cumplió la premisa de Zidane de entrar bien en el partido, tuvo el balón y el dominio, pero le faltó pegada. Cuando la encontró apareció un excelente Rulli bajo los palos. Muy pronto demostró Bale su disposición para llevar las riendas de su equipo. El galés lo intentó en todas las suertes, de disparo, de cabeza, pero cuando encontró portería se topó con Rulli. A su lado, Borja Mayoral aportaba muy poco al ataque de su equipo.

OCASIÓN DE NACHO

Con todos los focos sobre Bale, la mejor ocasión de la primera mitad llegó por medio de un defensa. Una internada de Nacho terminó en un disparo del lateral que desvió Mikel González (m. 41). Con esa oportunidad, el Madrid cerraba un primer acto en el que pudo hacer trabajar al encargado del marcador.

Lo tuvo en sus manos Bale tras un centro de James desde la izquierda y un despeje de Rulli, pero el disparo a bocajarro del galés lo rechazó el meta de la Real con el pie derecho. Esa acción hizo que el Madrid comenzara a destilar angustia, máxime después de comprobar cómo James se diluía en medio de un choque abierto y muy trabado.

BALE ACABA CON LA ANSIEDAD

El paso de los minutos desató los nervios en el equipo blanco. Modric recriminó a Isco su escasa intensidad cuando entró por James. Poco después, Rulli volvió a lucirse en un disparo de Jesé. El choque encaraba sus últimos 10 minutos cuando un pase de Isco a Lucas acabó en un centro del canterano y un certero cabezazo de Bale (m. 80). El tanto desató el delirio en el banquillo blanco, que vivió con mucha intensidad el tramo final.

Un cabezazo de Zurutuza tras una falta lanzada por Illarramendi puso un nudo en la garganta de los seguidores blancos, aunque Navas detuvo el balón. Luego Rulli subió a rematar otro libre directo que no tuvo ninguna consecuencia. Pitó el árbitro y todos se fueron a por Bale, el hombre de moda que había vuelto a meter al Madrid en una pelea por la Liga que se resiste a abandonar.