El Atlético de Madrid vivirá el próximo 28 de mayo en Milán su tercera final de una Copa de Europa, apenas dos años después de la anterior en Lisboa en la que cayó derrotado contra el Real Madrid, su rival también en esta cita en un partido con sabor a revancha y en un trofeo ansiado por los rojiblancos.

Pasados 735 días desde su anterior encuentro en estas lides, la máxima cita europea vuelve a enfrentar al Atlético contra su gran rival de la capital, con el recuerdo muy fresco de ese partido triste para la memoria rojiblanca y que emparenta con su historial de finales del máximo trofeo continental en que se adelantó y vio cómo recibía el empate en los instantes finales.

El cabezazo del defensor del Real Madrid Sergio Ramos tras el saque de esquina del croata Luka Modric en el minuto 93 dio al traste con el 0-1 del uruguayo Diego Godín y con un Atlético desfondado, que sucumbió luego en la prórroga a los tantos del galés Gareth Bale, el brasileño Marcelo Vieira y el portugués Cristiano Ronaldo, este último de penalti.

UN TRANCE ANTERIOR

Cuatro décadas antes, el conjunto rojiblanco había sufrido un trance similar en la final del estadio Heysel de Bruselas, donde el defensor alemán del Bayern Múnich Hans-Georg Schwarzenbeck empató en el minuto 119 el tanto que había anotado Luis Aragonés. En este caso, el desempate fue dos días después con un Atlético desmoralizado, que cayó por 4-0.

"El empate fue un momento trágico", dijo en Lisboa el capitán Gabi Fernández, nada más concluir la final. "Orgulloso de este equipo, pero es un momento muy triste", agregó el portugués Tiago Mendes. Ambos continúan en la plantilla, aunque el más gráfico e incluso algo profético fue el lateral Juanfran Torres.

"El gol de Ramos nos ha hecho mucho daño. Ha sido una final muy disputada, cualquier equipo podía habérsela llevado. Ahora hay que darle la enhorabuena al Madrid y a los nuestros decirles que estén tranquilos, que son los mejores del mundo y que volveremos algún día a disputar una final de la 'Champions'", dijo el alicantino.

Sus palabras de aquel 24 de mayo se verán cumplidas dos años y cuatro días después, en Milán. En este tiempo, el Atlético ha digerido aquella derrota, ha profundizado en el estilo que traza su entrenador Diego Simeone, basado en el bloque y la fortaleza defensiva, y ha tenido siempre en mente la Liga de Campeones.

CUARTOS DE FINAL

La pasada temporada, el equipo se volvió a encontrar al club blanco, esta vez en los cuartos de final. Un 0-0 en el Vicente Calderón dejó todo para el Bernabéu, donde el mexicano Javier 'Chicharito' Hernández clasificó a los suyos con un gol en el m.88.

Antes, el Atlético había dejado atrás al Olympiacos griego y al Malmoe sueco en la fase de grupos, en la que había ganado en el Calderón al Juventus italiano (1-0), que luego eliminó a los blancos y fue finalista. En octavos superó al Bayer Leverkusen alemán, en una tanda de penaltis en la que se descubrió el meta esloveno Jan Oblak como futuro héroe rojiblanco.

El conjunto del Manzanares seguía teniendo entre ceja y ceja el máximo trofeo continental, una ambición que iban expresando sus jugadores con cuentagotas. Un ejemplo significativo es el central uruguayo Diego Godín, que se expresaba así en agosto de 2015, en el acto en que anunció la renovación de su contrato con el Atlético.

"Mi sueño y el de todos es conseguir una 'Champions'. Lo queremos con toda nuestra fuerza, y cuando lo deseas tanto se cumple. Vamos a pelear por ganar todo lo que haya por delante, pero es nuestro sueño y el de todos los atléticos", dijo Godín, también premonitorio con nueve meses de anticipación.

El charrúa volvió a repetir el deseo cuando recogió en marzo el I Premio al Liderazgo de la Agencia EFE, cuando expresó que la Liga de Campeones era "una ilusión y un sueño muy lindo" para el vestuario rojiblanco. "Nunca lo escondimos y siempre lo dijimos", subrayó, antes de los octavos contra el PSV Eindhoven.

"UNA NUEVA OPORTUNIDAD"

Una vez el Atlético supo que su rival en la final de este curso era el Real Madrid, el club, los jugadores y el cuerpo técnico han evitado tratar el duelo como una revancha respecto a la final anterior, para definirlo como "una nueva oportunidad".

"La final es un partido diferente a todo, a los anteriores partidos de la Liga, la Copa... Una oportunidad nueva que nos brinda el fútbol y la vida. Estamos convencidos de lo que queremos y lo que vamos a hacer", dijo Torres el pasado 12 de mayo en la sede de la Agencia EFE.

"De la final de Lisboa recuerdo que la perdimos, las cosas no salieron como queríamos. La vida y el fútbol nos brindan una nueva oportunidad, espero que la aprovechemos (...) Es el partido de nuestras vidas", coincidió Juanfran.

El fútbol, la vida y la Liga de Campeones vuelven a poner al Atlético de Madrid a las puertas de un título que se le resiste desde hace 42 años. Ganarlo sería la revancha más dulce y la meta más ansiada por el club rojiblanco.