Dos jugadores de la plantilla del Barça no han disputado ni un minuto de juego. Uno es Rafinha, lesionado desde el mes de abril en el menisco interno de la rodilla derecha, y reoperado el 1 de octubre. El otro es Arda Turan, que también ha encadenado lesiones, mucho más leves, que justificarían el cero que aparece en la casilla de minutos.

Pero no todo han sido contratiempos físicos en el ostracismo del futbolista turco, descartado reiteradamente por Ernesto Valverde, quizá por la indolencia que debe observar en el delantero.

Arda lleva dos entrenamientos seguidos con el grupo. Reducido grupo, con media plantilla atendiendo a las selecciones. El último constaba de seis futbolistas: Arda, Aleix, Deulofeu, Denis, Alcácer y Luis Suárez, a los que se añadieron cuatro del filial (Ortolá, Aleñá, Varo y Arnaiz) que reclutó Valverde.

La puerta del Galatasaray

Arda trata de rehabilitarse como futbolista en una temporada negra. Su futuro en el Barça es igual de oscuro a no ser que fuerce un cambio de opinión radical en el entrenador si aprovecha los huecos que se han abierto con las lesiones de André Gomes y Sergi Roberto. Al menos, la puesta a punto le servirá para aprovechar la última oportunidad que se le presenta. En el Barça o en el Galatasaray, su exclub, que no desiste en su empeño por recuperarle. El club turco no iguala la ficha que percibe Arda en el Barça, y no contempla pagar un traspaso. Asumiría la cesión.

Otros jugadores aprovechan el parón para recuperar el mejor estado físico. Es el caso de Luis Suárez, que ha seguido un plan para restablecerse de las molestias en la rodilla. El delantero podrá jugar ante el Leganés el sábado. André Gomes y Sergi Roberto, en cambio, que se lesionaron el 31 de octubre en el bíceps femoral, saben que tardarán entre una y tres semanas, respectivamente, en estar a punto.

Deulofeu lo está. "Las cesiones me han hecho madurar. He cambiado, antes era más loco", admite el extremo, que en una entrevista a los medios del club afirma que ahora estudia a sus rivales.