Una juez de Barcelona ha archivado la causa contra los directivos y cargos del FC Barcelona, de la etapa de Joan Laporta, acusados de facturar al club gastos de espionaje sin justificar, al retirar la actual directiva azulgrana la acusación tras reconocer que la entidad no sufrió perjuicio patrimonial.

En un auto, la titular del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, María Antonia Coscollola, acuerda el sobreseimiento provisional de la causa "por no resultar debidamente justificada la perpetración" de los delitos por los que fueron acusados los investigados en la causa: el exvicepresidente Ferrán Soriano, el exdirector general Joan Oliver y el antiguo responsable de Seguridad Xavier Martorell.

QUERELLA POR APROPIACIÓN INDEBIDA

Cuando Sandro Rosell asumió la presidencia del FC Barcelona, en sustitución de Laporta, la nueva directiva del club azulgrana y el socio Oriol Giralt se querellaron contra Soriano y Oliver por apropiación indebida y revelación de secretos por haber autorizado pagos del club azulgrana por valor de 2,4 millones de euros, que consideraban "no justificados" y sin "relación" con los intereses del club, a la agencia de detectives Método 3, a Cybex Experience y aIB SL.

Sin embargo, después de que la juez archivara la causa contra Soriano -en marzo de 2014-, el club azulgrana y el socio Giralt han desistido finalmente de mantener la acusación, al concluir que el perjuicio patrimonial que inicialmente denunciaron que había sufrido el FC Barcelona es "inexistente".

EL FISCAL SOLICITÓ EL ARCHIVO DE LA CAUSA

Una vez retirados los querellantes, el fiscal remitió a la juez un informe en el que sostenía que se había acreditado que las facturas investigadas se correspondían con servicios "efectivamente prestados", ya que no figuraba ninguna que fuera "ficticia" o "mendaz" ni que la facturación fuese un "mecanismo de desvío torticero de fondos de la entidad pagadora en favor o lucro particular del patrimonio de los investigados".

Por este motivo, el fiscal solicitó a la juez el archivo de la causa, alegando también que los hechos investigados no han afectado a los intereses generales, por lo que, ante falta de acusación, la magistrada ha dado carpetazo al asunto, en un auto que se puede recurrir.

La juez había dejado a Oliver y Martorell a un paso de ir a juicio, por facturar al club servicios de espionaje ajenos a los fines de la entidad, por los que estaban acusados de un delito de administración desleal y, en el caso del exresponsable de seguridad, también de estafa.

No obstante, cuando llegó la hora de que el club azulgrana y Giralt presentaran su escrito de acusación, formulando la petición de penas para ambos, enviaron un escrito a la juez en el que reconocían que habían recibido las "explicaciones oportunas" por parte de los investigados y que desistían de mantener la acusación "al no haber resultado perjudicado al FC Barcelona por los hechos investigados".