Una vez más, y van ocho: es lo que hay. El Córdoba volvió a mostrar ayer las mismas carencias, desconexiones, lagunas tácticas y técnicas (esto es, calidad individual) que ya mostrara en Getafe, por ejemplo. Quizás por la televisión no se pueda apreciar en todo su esplendor , pero anoche la afición cordobesista lo comprobó in situ. No hay un plan defensivo aparente ni individualidades que lo resuelvan. No se aprecia una idea de juego ni futbolistas que, por ellos mismos, lo disimulen. Y, por lo tanto, no hay capacidad de pegada arriba, con lo que lo de la calidad en los últimos metros habrá que dejarlo en cuarentena hasta que haya elementos de juicio. Ghilas se inventó un gol en el descuento y confirmó lo que ya se sabía desde aquellos últimos minutos en Almería, cuando debutó con seis kilos más. Pero más allá de acudir a nombres, lo que es hoy por hoy este Córdoba solo se puede analizar desde el conjunto. Un equipo con lío de arriba a abajo, desde la cabeza a los pies.

Los problemas de fondo y forma se vieron en este Córdoba desde el inicio, los vistos en anteriores compromisos, aunque en esta ocasión más acusados, con rasgos más profundos. La colocación, en sí, no sirve de nada si no hay un plan. De ahí que situar detrás de Ghilas a Fede Cartabia ofreció el mismo resultado que si de inicio hubiera saltado en esa zona Campabadal. Sin una idea para suministrar balones claros a los hombres de ataque, incluido el argentino, la intención futbolística de los blanquiverdes no pasó de la mera alineación y colocación en una zona determinada. Para el futbolín, perfecto. Para el fútbol de verdad, con el balón y los hombres en movimiento, un suplicio. Así, salvo en los primeros 10 minutos, en los que el juego se limitó a un mutuo postureo, el Málaga olió el miedo de los blanquiverdes tras una oportunidad de Antunes y, como ambos eran sabedores de que uno tan solo tenía fachada, el otro se lanzó a degüello. En la forma, demostrando una estrategia trabajada, tanto en los saques de esquina a cargo de Recio (minutos 5, 15, 19, 33 y 44), como en las faltas laterales o frontales, con ocasiones a cargo de Antunes (8') y Juanmi (20'). Esa forma a balón parado, en los blanquiverdes, se limitó a un saque de esquina botado por Cartabia a Pinillos, que anduvo demasiado lento y se dejó robar la cartera. Punto. Tampoco en el fondo --fútbol y juego en sí-- les fue mejor a los locales, que vieron cómo los de Gracia se iban imponiendo progresivamente montados en un caballo llamado Amrabat, cuya velocidad superó a todo el conjunto blanquiverde. Del minuto 1 al 90. Sin embargo, el primer gol del Málaga llegó después de tres avisos a la espalda cordobesista. Al cuarto, Camacho encontró a Samuel, que cruzó para superar a Juan Carlos. El marroquí, apenas ocho minutos después, iniciaría la jugada que desembocó en el penalti del portero local sobre Juanmi y que transformó el propio Amrabat. Baste decir, como botón de muestra, que los visitantes lograban hasta montar contragolpes desde el brazo de Kameni, que alargó el balón 50 metros para encontrarse, cómo no, con Amrabat. Milagrosamente, Deivid evitó el tercero antes de la ducha.

El primer tiempo finalizó con la impresión de que los costasoleños pudieron aumentar la renta, aunque hubo algo de suerte, y que el Córdoba seguía con su involución en el juego y sensaciones iniciada hace más de un mes. De hecho, el Córdoba no disparó sobre la puerta de Kameni en todo ese primer acto.

Para intentar reducir alguno de los tres escalones en los que el Málaga se situaba por encima respecto al Córdoba, Pinillos y Rossi dejaron su sitio a Campabadal y Xisco tras el descanso. Pero nada cambió. O sí. Porque los contragolpes del equipo de Gracia comenzaron a sucederse, generando el pánico de manera pendular a lo largo de 45 minutos. El técnico malacitano no necesitó ni tan siquiera sacar a Santa Cruz y apenas dio poco más de un cuarto de hora a hombres también titulares como Sergi Darder o Ricardo Horta. ¿Para qué? El Málaga iba sobrado ante la ausencia de planes del adversario (ni tan siquiera a balón parado) y únicamente le bastaba con el marroquí. Lo que hizo anoche Amrabat a orillas del Guadalquivir posiblemente derivará en pesadillas de más de uno de los que estaban abajo, en el césped. Se fue por la izquierda en el 52', por el centro en el 57', por la derecha en el 72'... Y mereció anotar al menos un gol más del que había hecho de penalti.

No solo fue él. Camacho abarcó lo que tres de blanco y verde se veían incapaces de acaparar, tanto en el aspecto defensivo como ofensivo. Juanmi fue un suplicio, mientras que Samu Castillejo recibió no menos de media docena de balones absolutamente solo. Y así, un no parar. ¿El Córdoba? Algunos empeños individuales a base de casta y desgaste físico y poco más. Como el de Ghilas, que por fin logró estrenar su casillero aunque de poco sirviera y además lo anotara en la última jugada del encuentro. Tras el pitido final de González González tan solo quedó la sensación de que el esperpento del Córdoba ante su afición fue de los que marcan época y que delante hubo, sí, un equipo de Primera (tu Liga, mi Liga, nuestra Liga) con sus virtudes, que se vieron de manera exponencial, y también con sus defectos, que nadie logró (ni tan siquiera intentó) sacar a relucir. La fiesta malacitana fue total, creando por derecho el nuevo paseo marítimo El Arcángel. El baño inaugural, exclusivo para el dueño del campo.

FICHA TÉCTICA

Estadio: El Arcángel

Asistencia: 16.615, con unos 400 malaguistas

Terreno de juego: Regular

CÓRDOBA: (1) Juan Carlos, (17) Gunino, (12) Iñigo López, (15) Deivid, (29) Pinillos, (7) Rossi, (6) Luso, (19) Borja García, (10) Borja García, (16) Fidel y (14) Ghilas.

Cambios: (33) Campabadal sustituye a Pinillos en el 46', (9) Xisco sustituye a Rossi en el 46' y (19) López Silva por Fidel en el 77'.

MÁLAGA: (1) Kameni, (18) Rosales, (21) Sergio Sánchez, (3) Weligton, (5) Antunes, (6) Camacho, (14) Recio, (7) Samuel, (29) Samu Castillejo, (26) Juanmi y (2) Amrabat.

Cambios: (10) Horta por Samu Castillejo en el 64', (17) Duda por Samuel en el 74' y (30) Sergi Darder por Recio en el 76'.

LOS GOLES

0-1 (22') Gran pase a la espalda de la defensa local de Camacho que recoge Samuel que, con el exterior del pie, cruza ante Juan Carlos.

0-2 (31') Amrabat se deshace de Iñigo López y sirve a Juanmi, dentro del área. Juan Carlos, en su salida, arrolla al malaguista. El penalti lo lanza Amrabat, que anota.

1-2 (94') Ghilas lanza un disparo cruzado al segundo palo, inalcanzable para Kameni.

EL ÁRBITRO

González González (C. Castellano-leonés)

Amonestó a los locales Juan Carlos (30') y Luso (60') y a los malaguistas Samu Castillejo (42'), Recio (73') y Sergio Sánchez (88').