Lo tiene en su mano, pero no será nada fácil. El Córdoba sumó su segundo punto en el 2017 como visitante el pasado sábado en el Ramón de Carranza, lo que le dio tres de ventaja con el descenso (cuatro si se tiene en cuenta el golaveraje), por lo que el partido del próximo domingo en El Arcángel, ante el Real Oviedo, será la enésima final de esta temporada por la permanencia en Segunda División. En principio, parecía que por las estadísticas y sobre todo por la situación de ambos en la tabla, el equipo del Principado podía llegar a orillas de El Arcángel prácticamente sin esperanzas de meterse en eliminatorias de ascenso, ya que el Valladolid tenía un compromiso accesible en Anduva, ante el colista.

De hecho, el equipo de Paco Herrera tenía el duelo encarrilado, pero el conjunto de Fran Cruz logró remontar y con un gol en propia puerta en la última jugada del partido, el Pucela vio volar dos puntos vitales en la pelea, porque ahora los carbayones están a sólo dos puntos del sexto puesto que ocupan los blanquivioletas, por lo que llegarán a El Arcángel con la obligación ineludible de ganar si quieren mantener las esperanzas en las dos últimas jornadas de meterse en la última plaza para seguir luchando por Primera.

Las cifras favorecen a los blanquiverdes, al menos en este 2017 en el que si bien como visitantes han sumado dos pírricos puntos, en El Arcángel pasan por ser el sexto mejor local de Segunda. A eso se agarra el equipo de Carrión, que ha dado un claro bandazo en sus actuaciones fuera de casa o ante su parroquia mirando el 2016 o el actual año. Desde agosto a diciembre, los blanquiverdes fueron el segundo peor local de Segunda, con 11 puntos de 33 disputados, mientras que lejos de El Arcángel eran el tercer mejor equipo, con 14 puntos de 30 disputados. De hecho, habían recibido los mismos goles en El Arcángel que lejos de él: 13.

Sin embargo, el 2017 trajo una transformación nada fácil de entender. Desde enero, el Córdoba es el sexto mejor local de Segunda, en donde sólo ha perdido un partido y ha sumado 19 puntos de los 30 disputados hasta ahora. Pero lo más destacable es que en esos 10 encuentros en casa en el actual año sólo ha encajado cinco goles. A eso se va a tener que agarrar el conjunto blanquiverde el próximo domingo ante el Oviedo, que además de ser el sexto peor visitante de Segunda, es el cuarto peor en lo que se lleva de 2017, en donde sólo ha ganado en Anduva, aunque ha empatado en Reus, Soria y Tarragona, por lo que los de Carrión no pueden, ni mucho menos, confiarse. Todo lo que no sea un triunfo ante el equipo de Fernando Hierro significaría perder de nuevo la distancia de tres puntos más el averaje con la visita a Vallecas y el último partido en casa ante el Girona en el horizonte.

Una victoria ante los del Principado dejaría a expensas de otros resultados la necesidad de los blanquiverdes de tener que sumar quizás un punto más en esos dos últimos encuentros. Por ello, El Arcángel vivirá el próximo domingo su enésima final.