Una temporada se hace larga o corta en función del devenir de un equipo a lo largo del campeonato. Si la del Córdoba en Primera se convirtió en un vía crucis y la del teórico regreso, la pasada, se transformó en una faena de aliño con golpe de verduguillo final, ésta ha sido para la entidad blanquiverde una campaña eterna, una competición que no parecía tener fin. De ahí que las palabras del recién renovado Alejandro Alfaro a la TV del club provocaran ayer -con perdón- una sonrisa irónica: «Se nos ha quedado corta la temporada». Mucho le ha sobrado a esta temporada, demasiado. Incluso el encuentro de esta noche, una vez lograda la salvación matemática en Vallecas, la semana pasada, cuando hace apenas dos meses pocos apostaban por la indiferencia deportiva que iba a provocar el encuentro final ante el Girona.

Indiferencia deportiva, porque en lo que respecta a todo lo demás, en ese mar de división, enfrentamiento y mal rollo en el que tan bien se desenvuelve la entidad desde hace un tiempo, el encuentro será muy diferente. Los colectivos peñísticos y la plataforma CCF Somos Nosotros, creada recientemente, han estado moviendo durante toda la semana una jornada reivindicativa de oposición a la propiedad para mostrarle desde la grada su opinión contraria a la forma de gestionar el club. Desde el «González vende ya» o el «González vete ya», los aficionados quieren ampliar a todo el partido el minuto 54 que desde hace ya varias jornadas se ha marcado como el momento de protestar contra el propietario de la entidad. No tiene visos de que se les vaya a hacer caso, entre otras cosas porque sólo los boletos de una tómbola se compran a ciegas. Y el «premio», en este caso, podría dar más de un quebradero de cabeza.

Por lo tanto, en un clima de continuidad en todos los ámbitos y de tanta decepción como enfado por el fracaso deportivo, muy lejos de lo prometido hace apenas un año, El Arcángel cerrará una temporada para olvidar, la mayoría, y para tomar nota, los que estén dispuestos a aprender.

En lo deportivo, Luis Miguel Carrión ofreció una rueda de prensa algo introspectiva, repasando sobre todo en lo individual todo lo sufrido en estos meses, aunque también hizo hincapié en el trabajo hecho por sus jugadores. El catalán volvió a tirar de mesura y autocrítica, algo tan escaso últimamente, sin olvidar -porque también hay lugar para ello- las cosas que se hicieron bien en este tiempo. El técnico blanquiverde metió en la preconvocatoria hasta a seis jugadores del filial: Marc Vito, Víctor Mena -que ha sido renovado hasta el 2020-, Javi Galán, Alberto Quiles, Esteve Monterde y Jordi Ortega, por lo que el catalán deberá realizar ocho descartes para el duelo ante los de Machín. Un Pablo Machín que reconocía en sala de prensa que no ha estado «centrado» en el encuentro de hoy, porque, «entre fiestas y celebraciones, la mente no está para trabajar».

El Girona llega a Córdoba con toda su plantilla y sabiendo ya de antemano que dos de sus integrantes no estarán la próxima temporada en el equipo: el exblanquiverde Richy y Felipe Sanchón, de los que su técnico declaró que «solo el cariño que les demuestra la afición y el vestuario ya es algo espectacular».

Del Córdoba, el técnico rojiblanco señaló que espera un equipo «muy similar» al suyo, porque «también ha conseguido su objetivo y lo ha celebrado».

«La masa social que tiene es espectacular y volverá a tener aspiraciones altas seguro», afirmó`el técnico soriano, que alineará esta noche en El Arcángel un once bastante novedoso, en el que entrarán muchos de los menos habituales a lo largo de la temporada. El otro exblanquiverde que llega como rojiblanco, Borja García, parece que se vestirá de corto e, irónicamente, podrá celebrar en El Arcángel un ascenso que no logró de cordobesista, aunque a punto estuvo en aquella inolvidable temporada 2011/12, la mejor, junto a la que finaliza de rojiblanco, de su carrera.

A pesar de que el Córdoba ha mantenido la oferta para intentar que acuda público, no se prevé una buena entrada en El Arcángel, que despedirá esta noche su peor temporada en años y cerrará una campaña sobrevenida en sonoro fracaso. Y ya van tres seguidos.