Harto de los insultos de un grupo de aficionados, el árbitro obligó al público a desalojar la grada, en el encuentro de Tercera Andaluza Juvenil entre el Deportivo Córdoba y el Fundación Lucena.

Ocurrió el domingo pasado en las instalaciones deportivas de la Asomadilla, en Córdoba. Con 4-2 en el marcador a favor del Deportivo y a falta de dos minutos, el colegiado decidió que se debía desalojar la grada, cansado de aguantar los insultos de un grupo de aficionados visitantes. El encargado de comunicar la decisión arbitral al público fue el entrenador del Deportivo, Rafael Román, que hacía las veces de delegado de campo, toda vez que también este había sido expulsado. «Los aficionados a los que se refería el árbitro no pasaban de diez o quince -explicó ayer Román-, pero en total había unas 80 o 90 personas. Todos abandonaron el campo sin problemas».

Según el técnico, hubo insultos y por eso el árbitro tomó su decisión, pero él no escuchó nada grave ni la situación era peor que la que se da en muchos otros partidos, por lo que se mostró --como buena parte del público--- sorprendido por la medida.