Este fin de semana se da el pistoletazo de salida a la Primera Andaluza. Será la última edición en su presente formato, que ha durado once temporadas en las cuales la desigualdad entre los equipos cordobeses y sevillanos ha sido patente. Este año no habrá descensos, lo que quitará presión a los equipos modestos. Ascenderá el campeón a Tercera y el subcampeón deberá esperar a tener mejor coeficiente que el subcampeón del otro grupo occidental --caso de que el club adscrito a la federación ceutí no descienda de Tercera--, según la circular de la Federación Andaluza. Así, el resto de clubs, hasta el séptimo-octavo (según ascensos) pasará a formar parte de la nueva División de Honor Andaluza. Todo un reto. El escalón previo a Tercera la campaña siguiente.

Los equipos cordobeses (Espeleño, Pozoblanco, Villanueva, Peñarroya, Puente Genil, Montalbeño y Ciudad de Lucena) parten con objetivos diferentes y con la vista puesta en los clubs sevillanos, con un mayor presupuesto de media.

El Ciudad de Lucena es el que ha efectuado un plan renove más significativo. Ha apostado por jugadores expertos y veteranos para lograr el ascenso. Sarmiento pasa del campo al banquillo para estar al frente del plantel. Es un proyecto muy ambicioso.

Por su parte, las últimas temporadas dan crédito al Espeleño. A las puertas de subir los dos últimos cursos, el equipo de Rafa Navarro quiere seguir en su empeño de ser el campeón y subir por la vía rápida.

En la Comarca de Los Pedroches, el Pozoblanco y el Villanueva tienen plantillas competitivas para buscar estar en la zona media-alta. Dependerá de su regularidad, ya que ambos combinan juventud y experiencia con marcado carácter de jugadores locales.

LOS PRECEDENTES

Haciendo un histórico, desde su creación, solo una vez en once campañas un equipo cordobés fue campeón de la competición, fue en la temporada 2009/10 cuando lo logró el Peñarroya, y solo dos veces hubo subcampeón de la provincia cordobesa: en la 2004/05, con el Córdoba B, y en la 2013/14, cuando lo obtuvo el Espeleño. Este tapón ha hecho que en Tercera haya cada vez menos conjuntos cordobeses. Ardua empresa pues la de estar en la cabeza de la categoría.