En un momento clave de la temporada, en el que se decide el futuro de Carlo Ancelotti en función de los títulos grandes que conquiste, el técnico italiano paga la factura más cara con las lesiones de dos jugadores claves en su equipo, Luka Modric y Gareth Bale, un castigo desmedido por su falta de rotaciones.

No creyó en ellas en toda la temporada y a la hora de la verdad esa decisión se le vuelve en contra. Ancelotti pierde para el derbi europeo ante el Atlético de Madrid a dos futbolistas fundamentales en su engranaje táctico. El esguince de rodilla de Modric y el percance muscular de Bale le sitúan en un panorama poco deseado antes de medirse a su 'bestia negra', un Diego Pablo Simeone que sí rotó en Riazor y al que no ha sido capaz de derrotar esta campaña en siete enfrentamientos.

La lesión de Modric es accidental, fruto de la disputa de un balón y un mal gesto de su rodilla derecha. Podría haber ocurrido en un entrenamiento, pero estando en el banquillo no le habría pasado.

Como a Bale, que arrastraba molestias musculares y acabó lesionándose en el gemelo izquierdo. Pero Ancelotti tiene poca confianza en los suplentes y la trascendencia del encuentro ante el Málaga tras el triunfo del Barcelona frente al Valencia, le dejaba poco margen de maniobra.

Una cara factura

Decidió arriesgar Ancelotti y la factura es cara. Sin Bale, todo parece destinado a modificar el sistema y jugar con cuatro futbolistas en el centro del campo con una fórmula que incrementa el equilibrio. Con la lesión de Modric se pierde gran parte del fútbol que genera el Real Madrid. En los cuatro meses sin el croata se notó el bajón de brillantez. Es el jugador que imprime ritmo, rompe líneas de los rivales con intensidad y tiene facilidad para enganchar con los jugadores de ataque.

En noviembre, cuando Modric cayó lesionado de gravedad con Croacia, Isco dio un paso al frente. Modificó su demarcación y aprendió a aportar más trabajo en defensa. Con sacrificio se convirtió en uno de los jugadores más destacados de la temporada del Real Madrid. Ahora, sintiéndose señalado por Ancelotti con sus suplencias cuando han estado todos recuperados tras la vuelta del colombiano James Rodríguez, el técnico italiano le entregará de nuevo el mando.

La factura física del gran esfuerzo realizado estos meses por Isco se ve en su fútbol, que ha perdido su toque de magia en sus últimas apariciones. El rompecabezas de Ancelotti es difícil de rehacer sin Marcelo, Modric ni Bale ante el Atlético de Madrid.

Tiene decidido jugársela con Fabio Coentrao en el lateral izquierdo. Futbolista sin ritmo y con poco compromiso, que de nuevo ve cómo le llega la oportunidad en un partido decisivo. Es su primera opción y trabaja con él en Valdebebas siguiendo un plan específico para que esté a la altura del duelo europeo.

Alternativas

La duda a despejar por el técnico italiano es si regresar al 4-4-2 para tirar a las bandas a Isco y James, apostar por Asier Illarramendi o Sami Khedira en el doble pivote junto a Toni Kroos, pasando Cristiano Ronaldo a jugar de segundo punta junto a un Karim Benzema que llegará 'tocado' al derbi por el estado de su rodilla derecha.

O mantener un 4-3-3 diseñado para explotar la velocidad de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo en las bandas, dando entrada en los tres de arriba al mexicano Javier 'Chicharito' Hernández, o adelantar la posición de James dando entrada a otro centrocampista junto a Kroos es Isco.

Ancelotti compareció con rostro serio tras el triunfo ante el Málaga. Intentó lanzar un mensaje positivo respecto a las lesiones de Bale y Modric sabiendo que no convencería a nadie y que no podrá contar con ninguno de los dos. Horas después, mantiene la seriedad mientras intenta diseñar una fórmula que derribe el muro del Atlético de Madrid. La dificultad es mayor. Su futuro está en juego.