Almendralejo y Extremadura han regresado este domingo hoy de la mano al fútbol profesional con el ascenso de los azulgranas a la Segunda División, en la que no militaba un equipo de la región desde la temporada 2002-2003, en la que lo hizo el CD Badajoz.

Un año antes del descenso del CD Badajoz se había producido el del CF Extremadura, que ha vuelto a la categoría de plata del fútbol español con otra denominación, pero con los mismos colores y la misma gran afición detrás: 7.000 espectadores de media durante la Liga y a reventar a la hora de la verdad.

En mayo de 2002 el Extremadura había cerrado la mejor etapa de su historia, la del presidente Pedro Nieto, la de los entrenadores Iosu Ortuondo y Rafa Benítez, y la de jugadores como Manuel, Pedro José o Ito.

Ni Juan Francisco Rodríguez, "Juanito", que había cogido las riendas del club en diciembre, ni el técnico Gregorio García, "Gori", que llegó en abril, pudieron evitar el descenso. Tampoco los fichajes estrella de los delanteros Francisco Narváez, "Kiko", y Pier Luigi Cherubino en el mercado invernal.

Tras nueve temporadas en la Liga del Fútbol Profesional, dos de ellas en la Primera, se abrió una etapa de incertidumbre debido a la precaria situación económica de la entidad que llevó a su refundación como Extremadura UD en el año 2007.

Una situación por la que antes había pasado el CP Mérida, que perdió su plaza en Segunda por las deudas y desapareció en el verano de 2000 tras haber saboreado las mieles de la Primera División.

Ahora, dieciocho años después, tras superar hoy la última eliminatoria al campeón de su grupo -el Cartagena-, el Extremadura regresa a Segunda para delirio de Almendralejo, una pequeña ciudad de unos 34.000 habitantes.

Antes había hecho la machada de superar al Mirandés de la forma más complicada, al verse obligado a ganar a domicilio 0-2 tras caer 0-1 en el "Francisco de la Hera".

No fue fácil tampoco la primera eliminatoria ante el Fabril, el filial del Deportivo. Viajó a La Coruña con un marcador a su favor de 2-1 y logró la clasificación por el valor doble de los goles al perder en la prórroga por 3-2.

Una extraña temporada la del Extremadura, con cuatro cambios en el banquillo y muchas espectativas.

En verano revolucionó la plantilla y en el mercado invernal se hizo con los servicios de Enric Gallego, el máximo goleador del grupo III de la Segunda B.

Hasta el parón navideño había anotado 23 goles, 18 en Liga y cinco en Copa con el Cornellá, y después ha sumado otros diez con el Extremadura, los mismos que Kike Márquez.

Juan Sabas, exjugador del Atlético de Madrid y Mérida, el entrenador que les ha dado finalmente el ascenso y que salvó la categoría la campaña anterior, fue destituido en pretemporada. A continuación llegaron Agustín Izquierdo, Manolo Ruiz y el exmadridista Rafael Martín Vázquez, la primera experiencia en el banquillo para este miembro de "La quinta del buitre".

Pero Sabas tuvo que ser repescado a dos partidos del final de liga, tras salir el equipo de la zona noble y al ver que "el sueño se podía escapar", según explicaba hace unos días el presidente, Manuel Franganillo, en una entrevista con Efe.

En ella admitía que había sido una temporada de máximas ilusiones y también de baches, pero que el equipo había conseguido llegar "donde los sueños te llevaban a principios de la temporada".

"Estamos en una situación en la que nadie daba un duro por nosotros y soñada por cualquier jugador y por cualquier entrenador", admitía el viernes Sabas, que definió la campaña como "anómala e irregular".