El Diario de Aficiones Unidas, una web gestionada por las federaciones de peñas de fútbol en España, entrevistó ayer al presidente del Córdoba CF, Alejandro González. El máximo dirigente (que no accionista) del club blanquiverde deslizó varias claves interesantes sobre el presente y, sobre todo, el futuro de la entidad califal.

En el capítulo de la actual temporada, González evitó calificarla de mala, al asegurar que "no está siendo fácil, pero no por ello voy a calificarla de mala porque está siendo muy didáctica". E hizo énfasis en el aprendizaje de los errores: "Es totalmente lícito equivocarse, como hemos hecho nosotros, lo que no es aceptable es desaprovechar la oportunidad de aprender". El presidente pidió a la plantilla "cumplir esta temporada, conseguir la permanencia, aceptar las críticas de nuestra afición y una vez que se cierre la temporada, transmitir lo que pretendemos para la próxima", lanzando un capote a la hinchada cordobesista: "Nuestra afición siempre está dispuesta a ilusionarse, y humildemente, creemos que lo conseguiremos".

No obstante, quiso separar la gestión de su padre, Carlos González, de la suya propia desde que asumió la presidencia, en diciembre del pasado 2016: "La afición está expresando su descontento por la marcha del equipo, y por errores que se han podido cometer en el pasado e incluso en la presente temporada. En esta situación, en la que el equipo está sufriendo, asumo cualquier responsabilidad puesto que para eso soy el presidente". Y también tuvo tiempo para mandar un recado a Emilio Vega, exdirector deportivo del Córdoba: "No es sencillo empezar cuando la temporada ya ha arrancado y hay un director deportivo con un criterio propio, diferente al que teníamos nosotros".

Alejandro González recordó que el consejo de administración cambió "desde diciembre, y es injusto olvidar ese hecho". "No me gusta que me responsabilicen ni de los aciertos ni de los errores del pasado. Creo que no es injusto pedir que nos permitan trabajar y demostrarles que podemos hacerlo muy bien.

A pesar de desmarcarse de parte de la gestión pretérita, Alejandro reivindicó la labor de su padre y máximo accionista: "Ser el hijo de Carlos, hablando desde el plano profesional que nos atañe, para mi es un orgullo. Somos diferentes en muchas cosas, y compartimos conceptos importantes. Para los dos, la viabilidad económica es lo que prima, porque nuestra afición no podría animar a su equipo si este desapareciese por problemas financieros. En otras áreas diferimos. Mi padre siempre ha admirado a nuestra afición, pero es cierto que no consiguió dar con la tecla. Nosotros vamos a intentarlo con una estrategia diferente, buscando el acercamiento a todos los sectores que busquen la unidad total, y mediando en aquellos conflictos en los que entendemos que podemos ayudar acercando posturas enfrentadas históricamente".

Sobre el nuevo proyecto para la próxima temporada, trató de insuflar ánimos e ilusión a un cordobesismo muy quemado por el presente curso. Reconoció que "deportivamente es obvio que a día de hoy nuestro único objetivo es conseguir la permanencia cuanto antes para empezar a trabajar en el nuevo proyecto deportivo" Y añadió que "tenemos proyectos sociales en marcha que empezarán a salir en la campaña de abonos. Estamos muy concienciados en dotar al estadio de los medios necesarios para facilitar la animación".

Hay que recordar que diversos incidentes y encontronazos con varios grupos de animación del Córdoba, entre ellos la cuestión del bombo y de los grupos de animación, acabaron con algunos de ellos abandonando el estadio y con la creación de CCF Somos Nosotros, aglutinante de diversos grupos críticos con la gestión actual del club.

Pide tiempo González, al analizar la situación con "líneas más largoplacistas de cara a la siguiente temporada", añadiendo algunos "proyectos" puestos en marcha ya esta temporada, como "el apoyo logístico a nuestra masa social para apoyar los desplazamientos. Medida que siempre se nos había pedido y que por fin hemos conseguido".

Aduciendo la fidelidad de la afición del Córdoba, el presidente agradeció que "cuando las cosas no salen como deberían, sacan su furia y empujan como nunca he visto en un estadio. Nos falta estar más unidos, no sólo cuando pasamos malos momentos, si no en las rachas buenas, que son en las que realmente se puede avanzar".

Esperó casi al final de la entrevista para deslizar la "sorpresa" tendente a unir de nuevo a las peñas y acercarlas al club: "La Federación, como cualquiera, tiene aciertos y errores pero siempre se ha mostrado muy colaborativa con el Club. En ese contexto, desde nuestra administración confiamos en ellos y estamos trabajando de la mano para que la próxima temporada podamos dar un impulso al movimiento peñistico. Tratamos de apoyarles en sus actos con presencia institucional por supuesto y cuentan con nuestros jugadores cuando nos lo piden. Aun así, debemos mejorar la comunicación con nuestras peñas, y estamos desarrollando un proyecto que sorprenderá a todos, y del cual se podrán beneficiar todas las peñas federadas".

Y finalmente se auto-impuso un compromiso respecto al rendimiento del club con el nuevo consejo de administración, al prometer que "si al acabar la próxima temporada el Club no ha mejorado en las diferentes áreas, es decir, que nuestro trabajo no ha generado un valor añadido, el Consejo de Administración dejará paso a otro equipo gestor que sea capaz de hacerlo mejor".